No es que no me alegre con la noticia de que, según la nueva variante del informe PISA que mide el pensamiento creativo, los alumnos españoles destacan en esa modalidad del discurrir, y hasta superan la media creativa de la UE. Me alegro, cómo no, lo que pasa es que no tengo ni idea de qué es eso del pensamiento creativo, ni cómo demonios se mide, sobre todo considerando que el mismo informe PISA dejó en muy mal lugar las capacidades de esos alumnos en matemáticas y lectura. Si nunca he sabido qué quiere decir la palabra creativo (algo relacionado con la publicidad y el diseño, me parece), que se pueda serlo a la vez que un zoquete en matemáticas y lectura, ya es algo que me deja estupefacto. Qué rara es la creatividad, caramba. Más rara todavía de lo que ya me figuraba, porque la verdad es que yo siempre he tenido muchos problemas con eso del pensamiento creativo. Ni sé de qué me están hablando, ni sé cómo se mide tal cosa. Y sin matemáticas ni lecturas, además, a ojo tal vez. Pero lo cierto es que hoy en día todo se mide, se pesa y evalúa en cifras, incluso las abstracciones inconmensurables y los estados de ánimo (confianza, felicidad, expectativas, lo que se tercie), y si tales cosas son ya mensurables («Confía en mí» es la frase más repetida en las pelis), por qué no la creatividad. Puede que nadie sepa qué es eso, pero basta saber qué lugar ocupa en la escala PISA de pensamiento creativo. Los contables creativos, los políticos de ultraderecha y los tuiteros compulsivos deben salirse, porque más creatividad imposible. ¿Y tiene esto algo que ver con la gran proliferación de noticias falsas, embustes y hechos alternativos? Puede ser, carezco de creatividad, no levanto un milímetro en la escala PISA. Más aún. La palabra creativo me irrita, me pone en guardia, me obliga a refunfuñar. Y no se me ha pasado por alto el detalle de que en este informe que mejora a los alumnos españoles, los baleares están por debajo de la media nacional. ¡El pensamiento creativo de los muchachos y muchachas baleares por debajo de la media! Pero qué tonterías son estas, por favor. Qué mierda es esa media de creatividad. En fin, no me hagan mucho caso. No sé de qué estoy hablando.
Pensamiento creativo
Enrique Lázaro | Palma |