Se masca la tragedia, y no, el drama no es que el pobre Pere Rotger no pueda hacer su discurso en catalán, la única lengua propia de Baleares, reivindicando la inconveniencia de la futura ley de amnistía (ya se ve el claro talante democrático de los manifestantes). No, el drama no es que haya 17 centros escolares que impartan clase de Religión islámica y un montón más que impartan la católica en un Estado que debería ser aconfesional. La tragedia no es que nadie lea a Ramon Llull, que intentó el entendimiento entre católicos, musulmanes y judíos y así acabó. Ni que un montón de gente compre el premio Planeta a pesar de las críticas horrendas que ha recibido. La tragedia no es que los ladrones prefieran asaltar explotaciones de aceite de oliva antes que bancos. La tragedia de verdad es que la porcelleta ha subido un 20 % y estas navidades seremos un 20 % más pobres. El resto, minucias.
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