Uno piensa que el centro histórico de su ciudad es el punto más transitado del planeta Tierra hasta que deja atrás las murallas de su casa y camina por Oxford Street, la Rambla de Barcelona o por las inmediaciones de Times Square. O hasta que decide visitar la Giralda o el Duomo de Milán. Del mismo modo, uno piensa que la playa en la que nada todos los veranos es la playa más bonita del mundo hasta que alquila un coche y decide recorrer el Algarve portugués, o hasta que cruza el charco y descubre arenales y cocoteros que piden a gritos ser instagrameados. Ya se sabe, viajar nos abre la mente, o eso dicen. Personalmente, no lo tengo nada claro. Viajamos más que nunca y, bueno, miren a su alrededor. Como decía Alberto Caeiro, heterónimo de Fernando Pessoa, el portugués más famoso después de Cristiano Ronaldo y Vasco de Gama: «El Tajo es más bello que el río que corre por mi pueblo / pero el Tajo no es más bello que el río que corre por mi pueblo / porque el Tajo no es el río que corre por mi pueblo». Buenos días.
Viajar
Javier Cànaves | Palma |