A pesar de los infames planes de lectura que tienen en la ESO –caso diferente es el Bachillerato– y de la perversión de las pantallas, hay una cantidad ingente de jóvenes que leen, de hecho mucho más de lo que pensamos. Este año imparto, además de mis clases habituales a estudiantes de Educación Social y CAFE, clases de expresión y comunicación a alumnos de Biología y Biotecnología en la Universidad de Vic. En sus primeras presentaciones los alumnos de ciencias han demostrado no solo que leen mucho más que sus compañeros de otras carreras, sino que además lo hacen con mucha mayor diversidad: novela negra, thriller, novela romántica, fantasía épica y ensayos sobre genética son sus libros preferidos. Muchos leen directamente en inglés. Les pregunto por qué les gusta leer al 55 % que manifiestan que es así: «Queremos ser biólogos, tenemos que entender la vida», responde una de ellas. Felicidad.
Leer para entender la vida
Sebastià Bennassar | Palma |