1. Intervencionismo. Se ha hablado mucho, en Balears, a raíz de las declaraciones de una dirigente de la patronal hotelera. Se ha criticado que el gobierno autonómico ha sido muy intervencionista. Parece que no se recuerdan las ayudas, de todo tipo, que se han planteado desde el Ejecutivo regional y desde el gobierno central: ERTE, fondos de inversión, Next Generation, etc. Un intervencionismo, miren por dónde, que ha salvado tanto la economía balear como la española. Y a las empresas. Estos dirigentes patronales no pueden ser tan desmemoriados, por lo que concluimos que esas soflamas están presididas más por el cinismo y la cobardía (no decir esto que están diciendo ahora, mucho antes, cuando se fraguaban acuerdos con sindicatos y programas públicos de ayudas) que por la honestidad.
2. Derogar el ‘sanchismo'. Concretemos: subida de las pensiones, subida del SMI, tope al gas, reforma laboral, ley de eutanasia, ley de cambio climático, ley de Memoria Democrática, impuesto a la banca y a las grandes energéticas, IMV, crecimiento económico vigoroso, mercado laboral dinámico y con mejores contratos, etc. Derogar todo esto para ir ¿hacia dónde?
3. Valoración positiva en el exterior. The Guardian, The Economist y el Financial Times, en sendos artículos, piden el apoyo –en concreto: el voto– para el presidente Sánchez, frente a la unión de unas derechas con hojas de ruta distópicas, tendentes a desmontar los resortes básicos del estado del bienestar. Las publicaciones citadas son referencias ineludibles para la economía liberal, e indican la «estrategia económica positiva por superar la crisis energética y superar la inflación mejor que la mayoría de estados de la Unión Europea». El editorial de The Guardian, explícito: «Europa necesita que la jugada de Pedro Sánchez salga bien».
4. Macroeconomía potente. Más de 20,8 millones de afiliados a la Seguridad Social, tasa de paro del 12 % en España (de poco más del 5 % en Balears: plena ocupación), un sector exterior –turismo y exportaciones– con gran empuje, una inflación que ronda el 3 % y que, probablemente, se acercará al 2 % antes del verano. Ni apocalipsis, ni crisis terminal, ni catástrofe.
5. Modelo macroeconómico AIREF: previsión de un crecimiento económico trimestral para España del 1,02 %. Una cifra contundente, que no tiene contraste alguno con los profetas del desastre.
6. Análisis del Banco de España: mejora de la capacidad de financiación exterior de España, en los últimos tres años, a pesar de la dura coyuntura económica. El Banco anticipa la recuperación del PIB prepandemia y mejora sus previsiones de crecimiento para la economía española. Las izquierdas, en este nuevo escenario electoral, deberían enfatizar más lo conseguido que afecta a un amplio conjunto, mayoritario, de la población, que adentrarse en debates sobre minorías con explicaciones que urgen de matizaciones importantes, que o llegan distorsionadas o no llegan a la gente. Todo junto a una apelación directa a los sentimientos: ya se tienen indicadores –Madrid, Andalucía, Murcia, Castilla-León– de lo que puede venir a nivel nacional. La situación es complicada. Pero existe margen de maniobra.