El martes por la tarde, una tromba de agua sorprendió a un grupo de diez turistas que estaban realizando la excursión del Torrent de Pareis. Dos de ellos, una pareja de ingleses que pasaba unos días de vacaciones en Mallorca, fueron arrastrados por el agua torrencial y al cierre de esta edición el varón seguía desaparecido (con casi nulas esperanzas de ser encontrado con vida) y la joven había sido hallada sin vida cerca de unas pozas. Se trata, sin duda, de una tragedia, pero las autoridades habían advertido de la llegada de un frente muy violento que iba a descargar importantes cantidades de agua en poco tiempo. Pese a todo, aquel grupo se introdujo en el sendero. Además, la Guardia Civil que se movilizó en su auxilio constató que no llevaban los equipos y la ropa necesaria para cubrir una excursión tan exigente como el Torrent de Pareis. No es la primera vez que esto ocurre. Con mucha frecuencia, los agentes rescatan de aquellas montañas a turistas con chanclas o que incluso se han adentrado con sus hijos menores. De esta forma, ponen en riesgo su vida y también la de los rescatadores que tienen que acudir en su auxilio.
Más información.
Algunos turistas se quejan de que supuestamente falta información sobre fenómenos meteorológicos adversos, aunque en realidad todas las novedades están publicadas en las principales páginas del tiempo y en los medios de comunicación. Los hoteles, apartamentos y agroturismos también suelen informar sobre este tipo de urgencias.
Carteles.
Desde algunos sectores se aboga por instalar carteles en algunos barrancos y rutas senderistas que alerten del riesgo de las montañas, especialmente cuando se acerca una DANA. En algunos parajes, estos avisos ya son una realidad, pero –sin caer en el alarmismo– podrían ser más numerosos. Hay mucho en juego.