Las tentativas de suicidio se han incrementado casi un 40 por cien entre los adultos y un 23 por cien entre los menores de Balears, según los datos facilitados por el coordinador autonómico de Salud Mental en Balears, Oriol Lafau. En el plano positivo de este gran problema -con impacto familiar, social y sanitario- cabe destacar que la gran mayoría de suicidas no consiguen su objetivo. Tras años de tratar las conductas autolesivas como un tema tabú y estigmatizado, con el error de que con solo mencionarlo se incitaba a otras personas, ahora se afrontan con métodos de prevención, terapias, mayor atención psicológica y el testimonio valiente de supervivientes y familiares de fallecidos por este fenómeno devastador. La muerte autoinfligida provocó el 2022 en España 4.097 fallecimientos, con un incremento del 2,3 por cien. En Balears se registraron 103 casos consumados, con un aumento del 11 por cien, pero en 2021, coincidiendo con la COVID-19, descendió un 10 por cien. Se han recuperado las cifras anteriores a la pandemia.
Detención precoz, la clave
El 90 por cien de intentos de suicidio tiene su origen en cuadros depresivos. De ahí la necesidad de dar respuesta a cada caso con la atención y el tratamiento adecuado para evitarlo. La detección precoz es fundamental cuando quien está inmerso en la depresión no quiere pedir ayuda. Y cuando se descubre, en el entorno propio, o lo explica quien lo padece, hay que actuar con rapidez; no se puede demorar.
Primera dirección general de Salud Mental
En este contexto adquiere sentido la puesta en marcha de la primera dirección general de Salud Mental en el Govern, que el 2024 gestionará un presupuesto de 5,2 millones de euros. Balears reducirá los intentos de suicidios con creación del psicólogo de Atención Primaria, coordinación asistencial, atención a la población infantil y juvenil, y programas de salud mental para los profesionales sanitarios. Erradicar el estigma que se vincula a las enfermedades de salud mental constituye el gran reto.