Los colegios y universidades se han convertido en objetivos prioritarios para los ciberdelincuentes, debido principalmente a la enorme cantidad de datos que gestionan y a unas medidas de seguridad a menudo insuficientes.
Desde principios de año hasta finales de julio, el sector de la educación y la investigación ha recibido una media de 1.491 ataques a la semana por institución en España. A nivel global ha registrado 3.086, lo que supone un aumento del 37 por ciento en comparación con el año anterior, frente al siguiente sector más atacado, el gobierno y el militar.
La región de Asia-Pacífico ha sido la que más ciberataques ha sufrido contra empresas del sector de la educación/investigación desde principios de año, con 6.002 ataques semanales por empresa. Europa, por su parte, se sitúa en tercer lugar, con 2.804 ataques semanales por empresa, lo que equivale a un incremento del 18 por ciento. Sin embargo, Norteamérica experimentó el mayor incremento interanual: un 127 por ciento.
«Este repunte demuestra la necesidad crítica de medidas de ciberseguridad sólidas y una mayor concienciación en las instituciones educativas para proteger los datos confidenciales y mantener la integridad operativa», ha apuntado el director técnico de Check Point Software para España y Portugal, Eusebio Nieva, en una nota de prensa.
Además, en el mes de julio se ha observado la creación de 12.234 nuevos dominios relacionados con escuelas, como se desprende del último informe de Check Point Research, que también recoge los principales motivos por los que los centros educativos son objetivo de los ciberdelincuentes.
Como apuntan los investigadores, el gran número de datos personales que conservan las instituciones educativas es uno de sus grandes atractivos. Esto se debe a que, además de empleados, también hay estudiantes.
Los estudiantes no son empleados sujetos a estrictas directrices corporativas sobre el acceso adecuado a las redes. Traen sus propios dispositivos al campus, trabajan desde alojamientos compartidos por estudiantes y se conectan a redes WiFi públicas gratuitas sin pensar en los riesgos de seguridad.