Su éxito ha experimentado un imponente 'subidón' desde los tiempos del confinamiento, tanto en nuestro país como en nuestro entorno. Sus usuarios se han disparado de los veinte a los 120 millones de usuarios en un tiempo récord. Ahora Onlyfans apunta a que en las próximas semanas dejará fuera de juego a los creadores de contenidos y usuarios interesados por los contenidos sexuales. Pero ¿qué se esconde tras la decisión de la plataforma de alejarse de una de sus principales bazas para el éxito?
El concepto en sí era novedoso: poner en contacto a los creadores de contenido y a los usuarios interesados en el mismo directamente, (casi) sin intermediarios. Estos creadores de contenido reciben un beneficio monetario directo de las fotografías y vídeos que ponen a disposición de sus seguidores. Del dinero que pagan por ese material la plataforma retiene una cifra cercana al 20 por ciento, y de ahí extrae sus beneficios.
Sin embargo, en las últimas fechas se han filtrado documentos de la compañía que apuntan a dificultades en la obtención de capital y de inversiones, precisamente, por el tipo de contenido que ha encumbrado su popularidad.
El lanzamiento de OnlyFansTV, un producto que pretende desembarcar en otro tipo de formatos y dirigirse a públicos diferentes, sería una razón más para que el contenido sexual explícito tuviera fecha de caducidad.
La plataforma se defiende. Admite los movimientos y reafirma que se podrán seguir compartiendo materiales con protagonistas ligeros de ropa con la condición de que se «respeten las normas de contenido».
La indefinición salta a la vista y aun subyace una razón más, apuntada por algunas fuentes especializadas. Y es que al parecer el veto al sexo sin tapujos de Onlyfans pretende invitar a seguir el camino hacia la puerta de salida a uno de los actuales y principales inversores. Se trata de Leo Radivinsky, conocido por sus negocios de porno online.
La popularidad de Onlyfans ha crecido exponencialmente, en buena parte debido a las diferencias de trato con este tipo de contenidos en relación a otras plataformas como Facebook o Instagram. Ante este cambio de rumbo el futuro de la aplicación se antoja incierto.