No hay verano en Mallorca sin Michelle Obama. La exprimera dama de los EE.UU ha aterrizado este jueves en Palma, junto a un impresionante despliegue de medidas de seguridad. La esposa del que fuera presidente de América, Barack Obama, se encuentra, como en anteriores ocasiones, hospedada en una finca de Llubí, propiedad de James Costos y su esposo, Michael Smith.
Un verano más, Michelle pasará unos días de descanso en la Isla, y de nuevo sin la compañía de su marido, lo que volverá a aumentar los rumores de distanciamiento entre la pareja. Tan sólo en una ocasión, el matrimonio Obama y sus hijas estuvieron juntos en Mallorca. Desde entonces, ambos han pasado por la Isla, en varias ocasiones, pero por separado.
Michelle estará estos días acompañada de sus dos hijas, Malia y Sasha. En sus planes, los anfitriones tienen previsto acompañar a Michelle y sus hijas en varias salidas por la Isla, principalmente a restaurantes. La gastronomía y navegar son dos de las pasiones de la exprimera dama, así como el senderismo. Aficiones que volverá a realizar siempre rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad, la misma que desde el aeropuerto de Son Sant Joan hasta la finca de Llubí la escoltó. Coches de la Guardia Civil que abren camino, deteniendo el tráfico en plena autopista, y un estrecho y muy bien preparado equipo de escoltas de la Casa Blanca.
Mallorca, lugar de desconexión
La primera vez que aterrizo en la Isla fue en el año 2010, cuando Barack Obama todavía era el presidente de Estados Unidos. Se trataba de un viaje oficial en el que Michelle, acompañada por su hija Sasha, visitó a los entonces Reyes en Marivent. Don Juan Carlos I y doña Sofía, junto a la entonces princesa Letizia, recibieron a la estadounidense y se fotografiaron en la terraza de la residencia de la Familia Real en Palma. Un encuentro en el que Letizia les regaló collares de artesanía balear y que se producía después de que madre e hija visitasen Málaga, Marbella, Granada y Ronda.
En 2017 Michelle regresó a Mallorca y recorrió gran parte de la Isla: conoció el Camí des Correu, que conecta Esporles y Banyalbufar; visitó la fábrica de vidrio Gordiola en Algaida, se compró unas alpargatas en la Alpargatería La Concepción de Palma y recorrió el Port de Sóller. Unas excursiones que hizo en compañía de sus grandes amigos, el ex embajador de Estados Unidos en España, James Costos, y Michael Smith, un reputado interiorista que en su día decoró la Casa Blanca. A la hora de comer volvieron a Ses Planes, la finca de Esporles en la que se alojaban, y por la tarde embarcó junto a sus anfitriones en Puerto Portals. Tan solo un año después la ex primera dama de Estados Unidos volvía a la Isla y era recibida, una vez más, por sus anfitriones. Un viaje en el que almorzó con la reina emérita y sus amigos Tatiana Radziwill y su marido el doctor Jean Henri Fruchaud. En 2018 Michelle también navegó por las aguas de Mallorca en la impresionante embarcación Gladiator.
No fue hasta el 2023 cuando pudimos volver a ver a Michelle en Mallorca. La mujer de Barack Obama se alojó de nuevo con sus amigos en la possessió de Vinagrella y durante su estancia celebraron una fiesta con más de un centenar de invitados entre los que se encontraban rostros conocidos como el multimillonario Eric Schmidt, ex director ejecutivo de Google; el director de cine George Lucas o la socialité Isabel Preysler. Este año también se la pudo ver almorzaron en un conocido restaurante de Puerto Portals.
En 2024 Michelle viajó a Mallorca para acudir a otro evento social de los Costos-Smith: la norteamericana fue una de las estrellas invitadas a esta cita que contó con una fiesta por la noche con más de un centenar de invitados y un brunch al día siguiente en Cap Vermell Gran Hotel.
La roqueta...😅¿Tu crees que Zapatero va sin escoltas armados por Caracas?