Vicente Moll Jiménez es responsable de Comunicación, Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO Habitat Illes Balears, además de trabajar en la UTE Jardineros de Poniente de Palma, que lleva la contrata de Parcs i Jardins de la zona Poniente de Palma, «y hasta ahora trabajaba en el Bosque de Bellver, pero al reducir personal en dicho espacio, nos han trasladado a tres de los cinco que éramos allí. Llevo 24 años trabajando como jardinero en los parques de Palma».
Le conocimos en la tarde del último pleno del Ajuntament de Palma, cuando con un grupo de jardineros se manifestaban en Cort. Tras presentarnos, quedamos con él para entrevistarle sobre la situación actual de parques y jardines de Palma, así como de la situación laboral de los jardineros.
Días después, tuvo lugar el reencuentro en el que, bajo el toldo de la terraza del bar dónde nos citamos, sin prisas, dimos un repaso a la situación al respecto.
- Hábleme de ese convenio que se hizo en Madrid con varias empresas de jardinería y la repercusión que ha tenido entre los jardineros de Palma.
- El convenio de jardinería estatal está bloqueando y congelando los salarios, por lo cual hemos perdido un 20 % del poder adquisitivo desde la anterior crisis. De ahí que CCOO y UGT exijamos recuperar dicho poder adquisitivo perdido, mientras que las patronales del sector se niegan a unos incrementos salariales dignos, alegando que están sujetos a los precios de las contratas públicas, donde no se repercute el IPC. Es un círculo vicioso entre empresas contratistas y entidades públicas que tienden a la baja, perjudicando salarios y servicios públicos.
- ¿Qué solución puede haber para este problema?
- Pues, o incrementando mucho los presupuestos de parques y jardines públicos para que repercutan en la mejora de salarios y servicios, o remunicipilizar los servicios, ahorrando con ello un 21 % de IVA y un 16 % de beneficio empresarial de los intermediarios, todo a través de una gestión directa de una empresa municipal, como Emaya, como ya se hizo con los servicios de la ORA o el SMAP. Por nuestra parte, CCOO, se intentó hace años, cuando gobernaba el tripartito, pidiendo la remunicipalización, o a través de reuniones con los grupos municipales, lo cual, a todos, les pareció una buena idea... Pero que nadie se atrevió a llevarla a cabo. Ahora, la oposición en el Ayuntamiento nos ha planteado una reunión para hablar del tema de la remunicipalización, puesto que es económicamente rentable. Pero eso requiere voluntad política y una gestión responsable, por parte del gobernante.
El ayer y hoy de los parques
- Es evidente que de unos años a esta parte, los parques públicos han crecido, sin embargo, por lo que vemos, el número de jardineros, lejos de creer, o siguen los mismos, o han menguado. Y encima, algunos han tenido que ocuparse de otros parques.
- Efectivamente, en los últimos años, Palma ha crecido en habitantes, extensión, parques, jardines y zonas verdes, en torno a un 50 %, mientras que el personal de jardinería se ha mantenido constante. El crecimiento de las zonas verdes es algo bueno para la ciudad, pero el incremento de las cargas de trabajo ha perjudicado la salud laboral, con índices de bajas elevados, debido a sobresfuerzos, trastornos músculo-esqueléticos crónicos, etc., lo cual redunda, aún más, en la escasez de personal. De ahí que, cada nueva zona verde, cada nuevo parque, es asignado a una persona, o equipo, que ya tiene una lista muy larga de zonas, lo que hace prácticamente imposible llevarlas a un nivel de mantenimiento mínimo.
- Pónganos algunos ejemplos.
- En el Bosque de Bellver había cinco personas y ahora se han quedado dos. En sa Riera, eran siete personas y han pasado a tres, habiendo sido remodelado e incrementado la carga de trabajo. En el Parc Wifi, había dos trabajadores de las empresas Acciona y otro de Amadip, que se dedicaba a la limpieza, pero uno de ellos pidió excedencia por las presiones de la empresa y otro fue despedido por protestar por la situación, por lo cual, ahora, el mantenimiento del parque se lo han endosado a otro jardinero que lleva otras zonas y rutas. Esto provoca que los parques estén sucios y mal mantenidos, además de otros problemas de organización, maquinaria insuficiente, problemas de riegos, obras mal planteadas, que aportan hierbas invasoras y plagas, además de categorías profesionales que no se cumplen según los trabajos realizados. Funciona tan mal que acaba desmoralizando a los jardineros, por lo que muchos tiran la toalla, piden excedencias o se van a otros sectores, como el de transporte y hostelería, todo porque no pueden desarrollar bien su oficio y encima están mal pagados.
- ¿En qué ha quedo aquella planificación de trabajos que hacían antaño, y que ahora, por lo apuntado, no pueden?
- Antes, la mayoría de jardineros estaban asignados a parques, de tal modo que podían hacer un mantenimiento diario, planificar los trabajos de temporada y llevar el trabajo al día. Pero las empresas contratistas, con el fin de mejorar la productividad, cambiaron ese sistema de jardineros de parques por el de equipos de intervención especializados móviles, con lo que, en vez de llevar un mantenimiento al día, se trabaja por urgencias, que se traducen en mucho más trabajo, entre otras cosas porque se ha abandonado la zona durante semanas o meses.
- En cuanto al nuevo Paseo Marítimo, donde las zonas ajardinadas se han multiplicado notablemente en cuanto a número de metros, el ciudadano puede que se pregunte que cuántos jardineros tiene ahora ,y cuántos se necesitarán a raíz de la reforma.
- El mantenimiento se dividía en diversas zonas, Paseo Sagrera, con un jardinero, y el resto del Paseo Marítimo, con dos jardineros, más luego los parques aledaños: tres jardineros en sa Feixina y otro en La Cuarentena. Ahora, cuando se traspase la obra, debido al gran número de elementos vegetales y áreas nuevas, como mínimo habría que duplicar esa plantilla, pero la experiencia nos dice que pasará lo mismo que en el resto de Palma: que se le endosará el trabajo a los ya sobrecargados jardineros.
El olivo de Cort
- Hasta nosotros ha llegado la noticia de que el olivo de Cort anda algo pachucho. Si es cierto, ¿por qué causa, de qué modo le afecta, y que solución hay?
- El olivo milenario de Cort es una metáfora de lo que le sucede a los parques y jardineros de Palma. Por lo visto, se vio afectado por una plaga, la cochinilla, aunque algunos opinan que podría ser la Xylella Fastidiosa, que llegó a Balears, precisamente a través de un centro de jardinería. Porque, ¿sabe?, se importan plantas foráneas, y cuando eso ocurre, los controles no son suficientes para evitar la entrada de plagas. La cochinilla es un parásito que se alimenta de la savia, el cual, además de debilitarlo, hace que se le vayan secando las hojas y ramas, por lo que hay que atacar esos síntomas a base de podar las zonas afectadas y con tratamientos fitosanitarios. Pues bien, con las podas de saneamiento, se eliminaron las partes del olivo que aún eran de acebuche, y que le daban más fuerza.
Hay otro olivo en Palma que ha sufrido un destino similar, me refiero al que está en las escaleras sobre el párking de Marqués de la Cénia, que tiene los mismos síntomas, y que ha sido tratado mediante podas sucesivas, que lo han dejado muy débil y con muy pocas ramas. Una forma de salvar el olivo de Cort sería, como se hizo con un olivo de la calle Industria, plantar un olivo joven debajo, a fin de que se introduzca en él a través de los huecos de su tronco hasta que se fusione con su madera, revitalizándola.
Dicho lo cual, y a modo de epílogo, añade, que «estaría bien acabar con los parásitos y plagas que afectan tanto al olivo de Cort, como a los servicios públicos de parques y jardines de Palma».
Este jardinero pasa más rato en el Megasport que trabajando.