La Unión Europea dio el año pasado un paso decisivo en su lucha contra los residuos plásticos con la aprobación de un nuevo reglamento que transformará el sector del envasado. La normativa, respaldada por una amplia mayoría de 476 votos a favor, establece objetivos ambiciosos para reducir los residuos de envases y eliminar progresivamente ciertos tipos de envases de plástico de un solo uso. Esta legislación, que requiere aún la aprobación formal del Consejo Europeo, marca un antes y un después en la gestión de residuos.
Los objetivos son claros: reducir los envases un 5% para 2030, un 10% para 2035 y alcanzar una disminución del 15% para 2040. Además, se establece un límite máximo del 50% de espacio vacío en envases de comercio electrónico y transporte. La normativa prohibirá específicamente los envases para frutas y verduras frescas sin procesar; los embalajes de alimentos y bebidas para consumo in situ en establecimientos hosteleros; los envases monodosis para condimentos, salsas y productos de higiene; las bolsas de plástico ultraligeras (menos de 15 micras), y los envases con sustancias PFAS en contacto con alimentos.
La mayoría de las prohibiciones comenzarán a aplicarse a partir del 1 de enero de 2030, aunque algunos países podrán solicitar excepciones de hasta cinco años bajo ciertas condiciones. Esta normativa tiene el objetivo de impulsar el uso de materiales reutilizables y reciclables, como el vidrio, el metal y los bioplásticos certificados. Se espera que esto estimule la innovación en el sector del packaging sostenible.
Eso sí, la legislación incluye disposiciones especiales para las pequeñas y medianas empresas, reconociendo sus necesidades específicas y otorgando cierta flexibilidad en la implementación de las medidas. Los establecimientos deberán permitir a los consumidores utilizar sus propios recipientes para comida y bebida para llevar. Además, tendrán que ofrecer al menos un 10% de sus productos en envases reutilizables para 2030. Se establecen objetivos específicos para bebidas alcohólicas y no alcohólicas, con algunas excepciones como leche, vino y licores.
El sector del envasado generó 355.000 millones de euros en la UE durante 2018. Sin embargo, la producción de residuos ha aumentado significativamente, pasando de 66 millones de toneladas en 2009 a 84 millones en 2021. Cada ciudadano europeo genera actualmente 188,7 kg de residuos de envases anuales, una cifra que podría alcanzar los 209 kg en 2030 sin estas medidas correctivas.