El Port de Palma dio la bienvenida ayer a dos nuevos cruceros, que esta temporada se incorporan a los itinerarios por el Mediterráneo. Se trata del Silver Ray y el Norwegian Escape. Ambos recibieron ayer la metopa conmemorativa de la Autoritat Portuaria.
El recién entregado Silver Ray representa un nuevo concepto en viajes de ultralujo. Es la segunda unidad de la clase Evolution de la exclusiva firma Silversea tras su hermano, el Silver Nova. Ambos apuestan por un bajo nivel de ocupación y el respeto por el medio ambiente. Propulsado por gas natural licuado, durante su estancia en puertos dotados de la infraestructura adecuada, puede conectarse con sus baterías a la red eléctrica para un nivel de emisiones cero.
Con 54.700 toneladas y 244 metros de eslora, su espacioso interior de diseño asimétrico destaca por una gran luminosidad y vistas al exterior en todas sus dependencias, para solamente 728 clientes. También se ha puesto el acento en la gastronomía, con ocho restaurantes temáticos y un taller de cocina, con show cooking. La acomodación más exclusiva dispone de suites con servicio de mayordomo. Llegó procedente de Valencia y zarpó rumbo a Barcelona.
El Norwegian Escape llegó con 4.600 pasajeros procedente de Cagliari y partió con destino a Ibiza. Es un megacrucero de la clase Breakaway dotada de seis unidades, que este año inicia su actividad en el Mediterráneo tras operar en el Caribe.
Con sus 164.918 toneladas y 326 metros de eslora navega como un gran 'resort' en el mar, con instalaciones en 20 cubiertas, tales como un gran spa, una zona VIP con piscina privada, una enorme sala de espectáculos, el mayor parque acuático de la firma Norwegian Cruise Line y hasta un circuito de karts. Destaca a proa un gran mural pictòrico de tema marino del artista Guy Harvey. Ambos buques de crucero han sido construidos por Meyer Werft en Alemania.