Es uno de los participantes más carismáticos y peculiares de la actual edición del reality culinario MasterChef 12. Gonzalo Retenaga tiene un dilatado pasado, que nada tiene que ver con lo que se muestra en el programa de televisión española.
Desde muy joven ha sido una persona emprendedora y mediática. Durante 20 años, estuvo vinculado al mundo de la moda y en 2010 inició su aventura hostelera en Madrid abriendo el restaurante Santamaría La Coctelería de al Lado, negocio al que siguieron la Cervecería artesana, el restaurante Irreale y el Youth Hostel La Pedriza. También probó suerte en A Coruña con el Restaurante Mandatory y su aventura culinaria le trajo hasta Mallorca. En la Isla emprendió con en el Restaurante Es Jardí, ubicado en el agroturismo Son Viscos en Valldemossa, donde su cocina reflejaba una explosión de sabores mediterráneos, productos locales y de gran calidad. Ahora ha dado el salto a la televisión, donde lucha por conseguir el premio de 100.000 euros en el famoso talent show.
En el programa se le presenta como madrileño, pero usted reside en Palma. ¿Cúal es su relación con Mallorca?
— De amor, desde los 18 años que me bañé en las calas de los pueblos de la Tramuntana y conocí la Isla, su gastronomía y su gente. Me enamoré de una mallorquina con 18 años y me acercó a la Isla. Luego, con 40 años, otra mallorquina me trajo a ella para siempre. De eso hace seis años, pero siento que llevo aquí toda la vida.
¿Qué tipo de negocios tiene?
— Tengo un local de hamburguesas smash en Cala Major y montamos el restaurante Es Jardí con cocina outdoor en el agroturismo Son Viscos. Ahora estamos trabajando para abrir próximamente un bar de vinos naturales y tapas, estilo taberna, también en Cala Major.
¿Quién o qué le inculcó la pasión por la cocina?
— El hambre (risas). Bueno, el hambre y mi madre. Cuando estudiaba en el instituto, mi madre llegaba a las 5 de la tarde y yo a las 2 del mediodía. Tenía dos opciones, esperar tres horas muertísimo de hambre o aprender a cocinar. La respuesta a esa dicotomía fue fácil.
¿Qué tipo de cocina es su fuerte?
— La de aprovechamiento. Es un tópico, lo sé, pero creo que me ha venido muy bien para MasterChef todo ese entrenamiento de no elegir ingredientes, sino cocinar con los que te son dados. En mis platos pretendo ofrecer una explosión de sabores y texturas con esencia mediterránea, elaboradas con materias primas ecológicas y locales. Una cuidada selección del producto, pues por encima de todo primo la calidad y la cocina de proximidad.
¿Y su plato favorito?
— El arroz ‘de la Isla', con su sepia y su melsa, su gamba roja, su gambusí, su tomate de ramallet, y que corono con un junquillo que se hace con el calor residual igual que la gamba.
¿Cómo se presenta esta temporada?
— Pues muy ajetreada. Yo quiero enseñar a todo el mundo lo rico de la gastronomía insular, conseguir que el mayor número de personas prueben ese frito, esas sopas, esas burballes, esa fava parada o ese arròs brut. Para ello voy a crear una serie de vídeos, muy reales y muy cercanos, para que la gente conozca esta gastronomía tan rica.
De su paso por ‘MasterChef 12' hasta la fecha, ¿qué destacaría?
— El aprendizaje en varios aspectos: el culinario, por supuesto., ya que hemos aprendido muchísimo. Y el personal, con una convivencia y experiencia televisiva apasionante. Incluso destacaría el aprendizaje televisivo, ya que este es un mundo apasionante, una industria preciosa donde trabaja un montón de gente que de alguna manera están a ‘tu servicio'.
¿Que chef destaca de la Isla?
— Soy muy fan de Santi Taura, me gusta la cocina de memoria, de naturaleza, de productos de tu tierra, de corazón, salvaje, llana y primitivamente directa y él encarna todos esos valores.