Felipe VI ha asistido este domingo, junto a otros familiares, al entierro de su primo Fernando Gómez-Acebo en el cementerio de San Isidro de Madrid, donde ha sido inhumado en el panteón donde reposan los restos sus padres. El sepelio de Gómez-Acebo, de 49 años, se ha celebrado en la intimidad por deseo de la familia, después de que se cerrara la capilla ardiente en el tanatorio de La Paz, en el municipio madrileño de Alcobendas.
El sobrino de Juan Carlos I expresó su deseo de ser enterrado en el mismo sepulcro donde lo están sus progenitores, la infanta Pilar, hermana del rey emérito, fallecida en enero de 2020, y Luis Gómez-Acebo, quien murió en 1991 a los 56 años, han apuntado fuentes del entorno de la familia. El jefe del Estado ha querido sumarse al último adiós a Gómez-Acebo después de asistir ayer, sábado, con la reina Letizia a una misa oficiada en el tanatorio, en la que también estuvieron la reina Sofía, la infanta Elena y Margarita de Borbón, la otra hermana de Juan Carlos I.
Al entierro han acudido los cuatro hermanos del fallecido, Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán, junto a otros allegados y amigos. No ha asistido Juan Carlos I, quien tampoco estuvo en la capilla ardiente, tras haber estado en los dos últimos días en Baréin presenciando la primera carrera del Mundial de Fórmula Uno, donde se fotografió con los pilotos españoles Carlos Sáinz y Fernando Alonso. El hermano menor de los Gómez-Acebo murió el pasado viernes de forma repentina tras agravarse la insuficiencia respiratoria crónica que padecía. María Zurita, hija de la infanta Margarita, ha lamentado el fallecimiento de Gómez-Acebo en las redes sociales: «Te has ido demasiado pronto, Coquito, demasiado joven. Te vamos a echar muchísimo de menos porque eras un ser de luz, lleno de alegría y de bondad. Descansa en paz, primo».