El chef Dani García se enfrenta a una petición de seis millones de euros de un acreedor que le ha instado a un concurso necesario por un negocio que el cocinero adquirió a través de La Gran Familia Mediterránea, de la sociedad Rima Gastronómica. Debido a ello, el cocinero ha tenido que presentarse ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga, donde se ha celebrado esta semana una vista, y la jueza tendrá que dirimir si el caso ha de calificarse de voluntario o necesario y si hay deuda, según han informado a EFE fuentes judiciales.
Dani García ha asegurado en Sala que sus funciones en el negocio estaban encaminadas a la parte gastronómica y creativa y ha explicado que no conocía los detalles del contrato porque tiene un equipo detrás que le mantiene informado y se encargaba de ello.
Este procedimiento se remonta a cuando el chef se lanzó hace unos cuatro años al negocio de comida a domicilio a través de La Gran Familia Mediterránea, pero empezó la pandemia y aunque todo apuntaba a que el balance era positivo a finales de 2022 empezaron los problemas.
En junio de 2023, Dix, la empresa socia que se encargaba de la contratación de trabajadores y gestión en general, rescindió el contrato y pidió seis millones de euros, «por lo que pasamos unas semanas difíciles», ha explicado Dani García. «De un día a otro todo se tambaleó», mantiene el chef, que ha asegurado que su mayor preocupación fue el centenar de trabajadores que se vieron afectados, ya que, para el cocinero, Dix se quitó de en medio y dejaron tirados a los afectados.