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Marieta Salas: «El Mercadet de Nadal es una gran fuente de ingresos»

El mercadillo navideño de Es Refugi, que se celebra en La Misericòrdia entre el 16 y 18 de noviembre

Marieta Salas recibe a Ultima Hora a pocos días de que se inaugure su querido Mercadet. | Pere Bergas

| Palma |

El patio de La Misericòrdia acoge entre el 16 y 18 de noviembre el tradicional Mercadet de Nadal a beneficio de Es Refugi, abierto al público de 11 a 20 horas, excepto los días que haya tardeo, cuando permanecerá hasta las 22 horas. Marieta Salas recibe a Ultima Hora a pocos días de que se inaugure su querido Mercadet un año más, y ya van treinta, cuyo lema ‘Aprofita i ajuda' se ha convertido en el combustible que los voluntarios utilizan para que el motor que hace posible el milagro siga funcionando, año tras año, y, por tanto, Es Refugi siga existiendo. Los padres fundadores de esta iniciativa son Jaume Santandreu, Gaspar Aguiló y Antonio Garau, visionarios de una realidad que pocos querían ver, y es por eso, porque se empeñaron en dar luz a un problema ciudadano, el de la marginalidad y la exclusión social, que fueron capaces de conectar con personalidades inquietas e inconformistas, como la de nuestra anfitriona. Marieta es hoy la voz de los voluntarios que se dejan la piel para que cada año el encuentro prenavideño sea un éxito, pues de él depende la continuidad de una ONG que nació para ayudar a los que menos tienen entre los que menos tienen.

¿Cómo comenzó esta aventura tan increíble?
La Asociación Altruista Es Refugi comenzó su andadura a finales de los 80, al principio en la calle Apuntadores, para ayudar a personas sin soporte familiar. Muchos eran toxicómanos, que hoy desgraciadamente ya no están, porque en aquel momento era difícil salvar vidas. Hoy, gracias a los fármacos, muchos sobreviven; hemos continuado con esta labor durante todo este tiempo, pero el perfil de los usuarios ha cambiado. En la actualidad son personas necesitadas sin posibilidades de acceder a una vivienda. También se les ofrece ayuda psicológica y se intenta buscarles un trabajo para que se puedan independizar y aspirar a un futuro mejor. Todos sabemos la escasez de vivienda que padece nuestra comunidad y lo necesario que es tener una casa para vivir con dignidad y poder labrarse un futuro.

¿Cómo habéis conseguido mantener vivo el Mercadet de Nadal durante 32 años? Resulta asombroso en los tiempos que corren.
Lo hemos conseguido con mucho trabajo y con la gran colaboración y el cariño de la ciudadanía. Nos visitan personas de todas partes y de todas las edades porque se divierten; es un planazo porque no hay que comprar necesariamente, aunque hay maravillas. Lo más divertido es que mientras recorres los puestos te encuentras con amigos o haces nuevos amigos, puedes quedarte a comer o a tomar una copa y alargar la tarde entre bromas y muy buen humor. Lo más importante, pienso yo, es que conseguimos que los que nos vienen a ver también se diviertan, y eso hoy en día es un magnífico regalo. Y, mientras pasan un rato agradable, ayudan a los que más lo necesitan.

Es curioso que congregue a gente de todas las edades… ¿Qué supone el Mercadet para vosotros?   
Sí, le contesto a la primera pregunta porque me parece importante, porque vemos a las abuelas con sus amigas sentadas en la mesa del bar y en otra a las nietas con amigos pasándoselo igual de bien. Mientras los jóvenes estén implicados habrá futuro. En cuanto a lo que supone, le diré que casi todo. El Mercadet de Nadal es una gran fuente de ingresos, un impulso económico    importante y muy necesario que nos permite seguir adelante año tras año. Sin el Mercadet de Nadal mantener Es Refugi sería mucho más difícil.

Organizar todo el tinglado que es el Mercadet no es tarea fácil…
No, al contrario. El bar es un Mercadet, la tómbola es otro Mercadet, e igual en cada puesto. Es importante recalcar y que la gente sepa que todo lo que vendemos es donado, no está en depósito.

Este año hay novedades.
El jueves habrá flamenco y el viernes habrá un tardeo que estará abierto hasta las diez de la noche. Me gusta el concepto de tardear, porque lo asocio al estar con amigos y hablar de esto y lo otro. Sin embargo, para los jóvenes es signo de diversión, una forma de conocer a gente nueva, una manera de que, al acabar el día, uno pueda irse a casa satisfecho por haber pasado un rato divertido, con copas o sin ellas.

El Mercadet es la comida casera que se sirve, la tómbola con lotería de Navidad y muchísimos regalos, antigüedades y brocantes, libros, objetos de decoración y artículos navideños. Hay además una boutique masculina y    otra femenina con ropa de marca, muchos complementos, muebles de jardín, plantas... Hay cosas para todos los gustos, la verdad.

Usted ha vivido una vida particular.
En muchos aspectos, no solo en lo social. Tuve la suerte de que mis padres me dieron mucha libertad en una época en la que no era algo habitual. Confiaban en mí a pesar de que era muy salvaje y curiosa. Fue esa curiosidad la que me llevó al Refugi, y me ayudo también el haber disfrutado de viajar o leer, entre otras aficiones, porque cuanto más curiosa eres, más intereses descubres por el camino.

De ahí los caballos. Es una de las más prestigiosas criadoras de caballos de pura raza árabe. ¿No son muchas Marietas distintas?
De niña tenía burros y montaba en burro. Mi primer caballo lo tuve con catorce años, y el primero que vendí me dio una pena enorme. Cuando se va un caballo de casa nunca estoy presente, me duele separarme de ellos.

Hay que ser muy luchadora para convertirse en una criadora de prestigio.
Sí, y ponerle corazón, como en Es Refugi.

¿Qué siente cuando cierra el Mercadet?
Los que trabajamos en el Mercadet, porque no hay que olvidar que somos un gran equipo, no solo yo, sentimos alegría, porque ha funcionado, también algo de tristeza, y mucho agradecimiento por toda esa gente generosa que nos ha venido a ver y nos ha hecho este regalo tan bonito que es el ayudarnos a seguir.

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