No hace tantos veranos, cuando la periodista Gema López comenzaba en televisión era una más del grupo de compañeros que trabajaban y disfrutaban del verano en Mallorca. Su popularidad, gracias a sus intervenciones en televisión, como en el programa Sálvame, fue subiendo y poco a poco convirtiéndose en un rostro conocido. Entre ella y los compañeros de distintos medios de comunicación, la amistad se enfrió. Antes no tenía reparo en ofrecer una entrevista o posar, pero desde hace algunos veranos esquiva a los fotógrafos y rehúye hacer declaraciones. Así pues, los fotógrafos y periodistas que antes cenaban o tomaban una copa con ella ahora la ven sólo a través de sus teleobjetivos.
Esta situación la ha llevado a discutir en más de un programa de Sálvame, con preguntas sobre si se pone o no de acuerdo con los paparazzis para que le hagan un ‘robado-posado', argot que se utiliza para aquellas acciones en las que el famoso se deja fotografiar desde la distancia para que el resto de vacaciones le dejen en paz. Pues bien, esta semana podemos ver a Gema López espectacular en traje de baño, a sus 51 años, en las revistas del corazón. Soltera desde hace cuatro años, cuando en 2018 rompió con el director teatral Antonio Pardo Sebastián, la periodista disfruta de sus últimos días de vacaciones en Mallorca junto a su madre y su hija de 15 años de edad.
Gema es una habitual del verano en Mallorca, alojándose en casa de su madre, a poca distancia del Palacio de Marivent, donde tiene pocas pero buenas amigas. Precisamente con una de esas amigas la vimos comer en La Bugambilia, el chiringuito de la playa de Cas Català. Tras un año de mucho trabajo en Sálvame, hablando de la vida de los famosos, Gema López ha vuelto a ser víctima de los teleobjetivos indiscretos. Durante su estancia en la Isla ha publicado numerosas fotografías en redes sociales, promocionando su marca de ropa y mostrando diversos vestidos. «Mallorca es mi paraíso particular», ha afirmado.