Para no estar solos, aportar alegría, empatizar con los animales o rescatarlos de situaciones difíciles. Son muchas las razones por las que tener un perro como mascota, y ¿qué mejor que adoptar un can sin hogar? La adopción se posiciona entre las mejores opciones. Rescatar un animal en un refugio y ofrecerle una nueva familia es de las opciones más escogidas y fomentadas, sobre todo, tras el confinamiento, cuando se disparó el abandono de mascotas. Ese año, las protectoras recibieron 186.000 perros abandonados, según un informe de la fundación Affinity. Sin embargo, a muchos les frena el reparo a la burocracia y el desconocimiento de las gestiones pertinentes. Pero...¿cómo funciona exactamente el proceso de adopción?
Pasos para adoptar a un perro en España
- Entrevista al futuro dueño: primero de todo el interesado ha de ponerse en contacto con protectoras animalistas que tengan un refugio canino. Ya en la primera toma de contacto se establecerá una fecha para una entrevista, en la que los profesionales valorarán la idoneidad del futuro propietario.
- Requisitos: es preciso ser mayor de edad y, en el caso de vivir de alquiler, se ha de demostrar que el dueño de la vivienda acepta animales.
- Revisión veterinaria: el dueño o asociación animalista se hace responsable de realizar una revisión veterinaria al animal antes de su entrega al nuevo propietario. Todo para hacer constar oficialmente el estado de salud del perro. que tiene que tener las vacunas y el chip correspondiente.
- Pago: en el caso de adopciones a través de organizaciones animalistas, estas pueden requerir un pago a modo de donación para cubrir los costes de mantenimiento de los animales.
- Firma del contrato de adopción: una vez superados los anteriores pasos, el propietario y el antiguo dueño o entidad animalista proceden a firmar el documento. En él, constan una serie de obligaciones que el primero ha de cumplir, tales como brindarle atención veterinaria, no someterle a operaciones estéticas o no utilizarlo para fines lúdicos.
- Entrega del animal
- Registro: el nuevo dueño debe registrar la mascota en el Ayuntamiento del municipio en el que resida. De no hacerlo, algunas comunidades establecen multas.
- Seguimiento: algunas protectoras, para cerciorarse del buen estado del perro, así como de su proceso de adaptación, suelen llevar a cabo un proceso de seguimiento durante las primeras semanas.
Llamamiento a la responsabilidad
Son muchos los que adoptan a cachorros, pero las protectoras recuerdan que hay numerosos perros mayores que buscan una nueva familia. Además, suelen ser canes ya enseñados y muy agradecidos por tener una segunda oportunidad. La entidades recalcan que la adopción ha de ser una decisión meditada. Los dueños han de saberse capaces de poder cuidar al can en el largo plazo. Los animales no son juguetes ni caprichos pasajeros.