Ha acaparado el protagonismo de grandes pasarelas internacionales, luciendo colecciones de importantes firmas, y portadas de revistas de moda. La exmodelo Nargiza Rasulova (Novosibirsk, capital de Siberia, 1984) se instaló en Mallorca hace diez meses. Tras vivir su último año como modelo en Londres, y otros dos en Madrid, como fotógrafa y comunity manager, Nargiza Rasulova, de espíritu aventurero, decidió instalarse en Mallorca en plena pandemia buscando nuevos paisajes de mar y montaña. «La idea era venirme a vivir a Palma con una amiga en plena pandemia, pero el día antes de coger el avión mi amiga me dijo que no venía, así que llegué sola, sin trabajo, sin conocer a nadie y hablando apenas el castellano», comenta. Unos inicios difíciles pero en tan solo unos meses ya se ha abierto camino. «Fui llamando a la puerta de algunas empresas y hoteles. No fue fácil, pero ahora estoy muy contenta con el trabajo que me sale, pues además tengo reservas de clientes extranjeros para sesiones fotográficas de sus vacaciones en la Isla o prebodas y celebraciones de novios».
En Rusia, tras estudiar fotografía realizó prácticas y algunos trabajos de ayudante junto a reconocidos fotógrafos, hasta instalarse por su cuenta. «La moda para mí es arte, al igual que la fotografía. Durante unos años disfruté de una inolvidable etapa como modelo profesional, recorriendo mundo y conociendo nuevas amigas, ya que era muy tímida y ello me ayudó a ser más abierta», comenta Nargiza, quien también estudió Psicología y español en la NGU Novosibirsk State University. Su exquisito gusto hacia la estética y la belleza se aprecia en cada una de las fotografías que realiza, ya sea de personas, edificios o paisajes. Su primera colección estuvo enfocada a retratos. «Comencé fotografiando rostros. Quería enseñar al mundo las distintas emociones de alegría, dolor, etc., a través de retratos. Incluso creé el blog Face of live». Poco después continuó realizando sesiones fotográficas a parejas de novios. «Creo en el amor y me gusta trasmitir los sentimientos, me da mucha energía, y haciendo fotografías me siento viva».
Cada mañana se despierta con ilusión y ávida por crear y plasmar nuevas imágenes. Mujer trabajadora, alegre y perfeccionista, comenta que «me gusta ser la mejor en todo lo que hago, por eso aprendo continuamente e invierto en las mejores cámaras y objetivos. También doy clases de fotografía y retoque y trabajo como comunity manager y en redes sociales para empresas». Mallorca ha sido su gran descubrimiento. «La luz que hay en la Isla es maravillosa. Me gusta el estilo de vida que hay aquí, la gente, los rincones naturales, los pequeños pueblos de interior, las playas y calas, todo ello me inspira. Hay rincones preciosos para realizar photoshootings». Su clientela es tanto local como internacional, y aunque le han propuesto algunos trabajos como modelo, en este momento prefiere seguir tras la cámara.
Su experiencia como modelo y sus nociones de psicología le sirven en algunas sesiones. «En ocasiones para trabajar con niños la psicología, además de la paciencia, es muy importante. También cuando algunas chicas o parejas me piden consejos de cómo posar les digo algunos secretos que utilizamos las modelos». Respecto al actual conflicto entre Rusia y Ucrania, Nargiza Rasulova prefiere no entrar en el tema. «No entiendo, ni quiero, saber sobre política, pero las guerras no son buenas para nadie».
El apunte
Sesión fotográfica a cero grados
Sobre el helado y largo río Obi de Siberia, Nargiza Rasulova realiza una sesión preboda en la que una novia posa en un paisaje gélido y con una temperatura de cero grados. Nargiza comenzó en el mundo de la fotografía, tras dejar las pasarelas, captando rostros de personas que expresaban distintos sentimientos y emociones. Una interesante colección de retratos que dieron paso a la fotografía de parejas, «porque creo en el amor y me da mucha energía positiva», asegura.