Ramón Rabal, fotógrafo, se nos fue hace unos días, como poco a poco nos iremos yendo los de su generación. Y es que la vida pasa sin que nos demos cuenta. O bueno, sí nos damos cuenta de que pasa porque vemos que nos vamos quedando cada vez menos.
Ramón trabajó en El Día, luego en el Baleares, más tarde en Europa Press y por último en Korpa. Y si al principio fue fotógrafo de noticias locales, a poco de entrar en Baleares se introdujo en el ‘paparazzismo', en el que se fue haciendo un nombre, entre otras cosas porque estuvo en las grandes movidas periodísticas que hubo entre los 80 y 2000, posiblemente la mejor época, ya que en un mes de verano nos hacíamos cuarenta o cincuenta reportajes de alto nivel, debido a que los personajes que los protagonizaban lo eran.
Trabajo en equipo
Y Ramón, junto con Antonio Catalán, que se fue de este mundo hace más de una década –ambos formaban el equipo de Korpa en Mallorca–, estuvo en casi todas ellas, pero sobre todo en dos, puede que las mejores: en el pille de Claudia Schiffer, embarcada sin el sujetador del bikini, y en el de Michael Douglas y Zeta Jones en su pre luna de miel, saliendo desde el Club de Mar, en un barco, a los que siguieron en Eivissa y Formentera, fotografiándolos sin que se dieran cuenta paseos, cenas románticas, baños... (Ambos reportajes los hizo con Catalán).
Ramón, como casi todos, se pasaba el día ‘perreando' de un club náutico a otro, de un puerto deportivo a otro, de una cala a otra… Eso sin contar las carreras tras los Mario Conde, Adolfo Suárez, Clinton, Bush, Lady Di, el príncipe Charles, Gustavo de Suecia, los Obregón, Diandra Douglas, Hussein de Jordania, los grandes Duques de Luxemburgo, las exemperatrices de Irán Soraya y Farah Diba, Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, los barones Von Thyssen, Hakkon de Noruega, su padre, el rey Harald…. O de las guardias frente a Marivent –pensad que allí, el actual rey, Felipe VI, creció, fue adolescente, joven, tuvo su primera novia, igual que sus hermanas, lo cual se traducía en reportajes–; frente a la casa de la Schiffer, o del chalé donde veranearon Felipe González, y posteriormente Alfonso Guerra… O esperando en el pequeño embarcadero de Formentor la llegada de Peter Ustinov, o la de Carlos Fuentes, escritor mexicano, Premio Príncipe de Asturias, y de otros famosos, como Concha Velasco, Hugo Sánchez, que veraneaban en el hotel… O donde fuera –como en Port d' Andratx, por donde pasaron muchos famosos–, y aguantaba hasta la hora que fuera, con la esperanza de pillar algo… Desde luego, personajes de primera línea, nada que ver con los de ahora, famosos de medio pelo, la mayoría youtubers, influencers o salidos de reallyties… Y el bueno de Ramón, como decimos, estuvo en todas esas, y más de las que no recordamos, o de las que se calló, pues a veces te enterabas de un tema… ¡Y ni a tu padre se lo decías!, todo por temor a que otro te lo pisara.
Aparte, Ramón era buena persona. Como fotorreportero defendía su parcela laboral, guardaba sus contactos, era discreto –cuantos menos estuvieran en el tema que iba a hacer, mejor; menos a repartir–, pero como persona era excelente, y sobre todo amigo. Y si le confiabas algo, era una tumba.
Su último deseo
Un día, nos lo encontramos y nos dijo que lo dejaba, que se iba al gabinete de prensa del Ajuntament de Calvià –«no será lo mismo que esto, pero allí estaré más tranquilo. Además, el reporterismo cada vez va a menos; cada vez hay menos temas, cada vez los personajes valen menos y vienen menos»–, donde permaneció durante unos años, hasta que se jubiló.
El pasado jueves nos enteramos de que había muerto. ¿Su último deseo respecto a sus amigos y gente allegada a él? Que llenáramos una copa de vino y que brindáramos en su recuerdo. Y así lo hemos hecho. Descansa en paz, amigo. PD/. Seguramente, ahora, Ramón se habrá reencontrado en el cielo con Antonio Catalán y Juanjo Vega, otros dos maestros del reporterismo. Pues si es así, que lo es, que se anden con cuidado los famosos que ya no están en la tierra, que seguro que andarán tras ellos.
Siete temas
Hace unos días os hablé de la Asociación de Debates Balear (ADB), que preside Fermín Rodríguez, estudiante de tercero de Derecho en la Universitat de les Illes Balears. Pues bien, os cuento que el 16 de diciembre, en la sala de visitas del edificio Gaspar Melchor de Jovellanos, en el campus de la UIB, entre las 18.30 y 20.00 horas, tendrá lugar una mesa redonda sobre comunicación, en la que participarán Bárbara Servera, experta en comunicación y liderazgo; Iván Bellod, presidente de la AJAIB; Claudia Velásques, presidenta de la Liga de Debate en el Aula; y Arturo Cadenas, profesor, abogado y periodista. Cuatro profesionales, o lo que es lo mismo, cuatro puntos de vista distintos respecto a la Comunicación.
En dicha mesa redonda se debatirán siete temas: 1) ¿Con qué finalidad se comunica el ser humano? 2) ¿Debe la comunicación estar restringida, o por el contrario, debería ser el primer derecho ilimitado dentro de un estado social democrático de derecho? 3) ¿Qué tipos de comunicación consideran que existen? 4) ¿Qué es la ética de la comunicación? 5) Las reglas del diálogo. ¿A qué responden estas reglas? 6) Es importante la formación en la comunicación? Y 7) Vivimos en un mundo donde se premia la inmediatez. ¿Cómo afecta este hecho a la comunicación?