La Sierra de Atapuerca (Burgos) se ha consolidado como uno de los asentamientos más antiguos de Europa con el descubrimiento de una pieza de industria ilícita de hace 1,4 millones de años.
Así lo han revelado este lunes los miembros del equipo de investigación, liderado por los codirectores del Proyecto Atapuerca Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, que han estado trabajando durante las últimas semanas en la campaña de excavaciones del enclave burgalés.
La pieza, elaborada en cuarzo, se ha encontrado en el nivel TE7 del yacimiento de la Sima del Elefante y no solo confirma la presencia de humanos en la zona occidental de Europa en ese periodo, sino que reafirma a Atapuerca como uno de los enclaves más importantes del continente.
Las evidencias humanas en este periodo son muy escasas y ahí radica también la importancia de este descubrimiento a nivel internacional, según han señalado los investigadores, que han explicado que, hasta la fecha, el nivel donde se ha hallado no mostraba signos de actividad de humanos.
Junto a esta pieza, se han encontrado numerosos restos fósiles, entre los que sobresale también un hueso de un tobillo hallado en el yacimiento de Cueva Mayor y datado hacia unos 400.000 años y que permitirá a los expertos indagar más sobre las características de los individuos que moraron en la Sierra de Atapuerca.
En la presentación de los resultados ha participado el consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, así como otros miembros del equipo de investigación y la Fundación Atapuerca.
Otros hallazgos
La campaña de excavaciones ha puesto de manifiesto otros hallazgos de interés para el equipo de investigación, como más de 1.500 restos de fauna y de industria lítica recuperados del yacimiento de Galería.
En el de Gran Dolina, por su parte, se han encontrado nuevas herramientas que confirman la presencia humana de entre los 500.000 y los 700.000 años, así como abundantes restos de fauna.
En este yacimiento también se han encontrado restos fósiles de las especies animales que habitaron Europa hace 900.000 años, cuando se adentraban, en el continente, los primeros humanos.
Entre ellos, destaca el hallazgo de los ejemplares más completos y mejor preservados, recuperados hasta la fecha en TD4, de algunas de estas especies, como el coxal y la mandíbula completos de un rinoceronte en extraordinario estado de conservación.
Finalmente, en la Sima de los Huesos se ha hallado el cráneo, casi completo, de un oso, confirmando así que esta especie convivió con los humanos hace algo más de 400.000 años y representa un hallazgo de gran importancia, pues se conocen pocos cráneos de su especie tan completos.