Con 1.350 piezas en su poder, Juan Sánchez Vidal posee la colección más importante del mundo de maquetas de aviones, en su mayoría de marcas comerciales, pero también 290 aeronaves militares y 27 helicópteros.
Cuando Juan Sánchez empezó a reunir maquetas de avión, contaba 16 años de edad y entonces ya sentía pasión por la aviación. Ahora, todo ese conjunto permite narrar el importante papel que tuvo España en la historia de la aviación. A través de muchas de esas piezas se recuerdan compañías aéreas que fueron relevantes a partir de los años del boom turístico y que ya desaparecieron. Entre ellas se encuentran Air Spain, TAE, TransEuropa, Spantax, Norjet, Meridiana, Cenntenial, Hola Airlines, Modern Air y la recientemente desaparecida Tomas Cook.
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El objetivo actual de Juan Sánchez es dar a conocer esta historia. Sin embargo, cuando empezó a coleccionar las maquetas fue por puro goce estético. Nació y creció en una casa cerca de Son Bonet y se acostumbró al ruido de motores y a salir corriendo a la calle para observar el despegue de las aeronaves.
«De pequeño iba a Son Bonet a ver las avionetas. A los 15 años comencé a trabajar en Son Sant Joan y hasta hace un año, que me he jubilado, he ido a diario a trabajar, siempre muy ilusionado», relata.
Cuando realizaba su primer trabajo en el aeropuerto, le enviaron a la oficina central de Spantax. Sánchez se quedó absorto ante la maqueta de un Coronado. «La deseaba tanto que me atreví a hablar con el presidente de la compañía, Rodolfo Bay. Creo que se enterneció y por eso me hizo el mejor regalo del mundo, la maqueta de mis sueños».
La colección arrancó su travesía en 1973. Reúne la historia del desarrollo del sector aéreo, tecnológico y turístico, desde un The Flyer de los hermanos Wright, de principios de 1903, a modelos más modernos como el Boeing 777 o el Airbus 380. Una de sus maquetas favoritas es la que Air France exponía en su oficina de Jaime III, un Airbus que todos los niños contemplaban. Lo tenía un coleccionista de globos terráqueos y lo permutó, después de que Sánchez buscara durante dos años un globo equiparable. Otra joya de su colección es un 727 de dos metros y medio que el director de Iberia del Passeig del Born le envió a casa cuando cerró esa oficina.
En 1987, Juan Sánchez expuso en Son Sant Joan una pequeña muestra de sus maquetas durante quince días. Tras años de conversaciones con las instituciones, la colección estuvo expuesta en el aeropuerto de Palma durante tres años. Fue en el aeropuerto Madrid-Barajas donde se expuso de manera más prolongada y allí la visitaban más de 15.000 personas al día.
Actualmente, seis urnas repartidas en las distintas terminales, que acogen 140 modelos, se pueden contemplar en Son Sant Joan. Está previsto que AENA amplíe con más urnas esta exposición que tan atractiva resulta para el pasajero. Le han cedido una sala donde guarda en cajas y a la vista el resto de su colección.