Hoy en día, son muchas las familias que viajan en avión con los niños, incluso, con los bebés. Sin embargo, pueden surgir dudas a aquellas personas que nunca lo han hecho y tienen planeado un viaje en avión con los pequeños.
Así, hay que tener en cuenta que cada compañía aérea puede poner unas condiciones diferentes respecto a los viajes con niños y bebés. Además, también hay que tener en cuenta a los propios menores, sobre todo, si no están acostumbrados a volar.
Lo primero que hay que saber es que los bebés, es decir, los niños menores de dos años, pueden volar en avión desde que nacen, aunque depende de la aerolínea. Por ejemplo, en Ryanair, no se permite volar a los niños menores de 7 días.
Por otro lado y por norma general, por los bebés no se paga un billete. Estos pueden ir en el mismo sitio que la persona adulta que compra el billete y solo se permite un bebé por adulto. En el caso de Iberia, los menores de dos años que no ocupen asiento pagarían el 10% de la tarifa.
En cuanto al equipaje, en el caso de Ryanair, como el bebé no paga el billete y no ocupa asiento, no tiene derecho a llevar ningún equipaje, aunque el adulto acompañante puede llevar una bolsa de bebé de hasta 5 kg (45x35x20cms), además de su propio equipaje de mano. Además, se admiten gratis 2 artículos de equipo infantil por niño. En Iberia, los bebés que viajen con un adulto tendrán la misma franquicia que el adulto y, adicionalmente, podrán llevar una silla/carrito de paseo plegable o una silla de coche.
Hay que tener en cuenta que si el bebé va a cumplir los dos años antes de finalizar el viaje, su billete tiene que adquirirse con la tarifa de niño para la totalidad del vuelo y no con la de bebé.
En caso de que los bebés ocupen su propio asiento, serán tratados como niños de entre 2 y 11 años en Iberia, por lo que deberán llevar la silla homolagada de coche. En estos billetes se aplica un porcentaje de descuento en función de la tarifa en la que vuelen.
Al volar con niños, sobre todo, las primera vez o si son vuelos muy largos y no están acostumbrados, se pueden seguir una serie de consejos para tratar de que el viaje se haga más ameno para ellos mismos y para los adultos que los acompañan.