Casi una semana después de que arrancara en Twitter el inquietante relato de Nela García, una mujer que aseguraba haber encontrado en Madrid un móvil que perteneció a una joven que murió hace 8 años, y tuvo en vilo a muchísimos lectores, se destapó la verdad y por fin conocemos el final.
Como ya se temían algunos, tiene que ver con Manuel Bartual. Con Bartual y Modesto García, más concretamente, dos creadores ya versados en este tipo de narrativas que decidieron unir esfuerzos.
Ellos son los cerebros que han orquestrado toda una compleja trama de suspense y misterio que ha arrastrado a miles de seguidores y lectores en esta red social, y no ha dejado a nadie indiferente.
Ahora, después de que la historia llegara a su fin, los creadores dan la cara para recoger los frutos del éxito y reflexionar sobre un fenómeno que adquiere relevancia en canales como este: la reivindicación de un espacio propio para la ficción en el mundo de las redes sociales, un mundo copado habitualmente por la información o la opinión.
El argumento ideado por ambos daba giros constantes que mantenían alerta al receptor, y su desarrollo captó el interés de un gran número de usuarios con perfiles muy variopintos a ambos lados del océano Atlántico.
Los pasos se sucedían a un ritmo frenético, en un ?in crescendo? brutal, a partir de una 'quedada' que reunió a decenas en la noche de Madrid para descubrir una pista concluyente.
Después se pasó por el secuestro de la madre de Nela y a una cuenta atrás con consecuencias impredecibles, hasta el descubrimiento de ?Red Monkey?, una red de hackers que busca «construir un mundo digital organizado y saludable», más próximo a «la idea original y alejada por completo de aquello en lo que la hemos convertido».
Era al final de la historia cuando aparecían los nombres de Bartual y García, que acabaron liderando un equipo de diez personas, todas ellas necesarias para dar forma al proyecto más creativo del verano.
En declaraciones a ?El Confidencial? Bartual confiesa que «hay un público interesado en ese tipo de ficciones» y abundan en los detalles de la confección de este proyecto, que no descartan por completo que dé el salto a una producción audiviosual para canales más tradicionales.
Resulta interesante conocer que Nela no existe. Jamás ha existido y su personaje lo interpreta la actriz profesional Nikki García, a la que le han doblado la voz y le han sometido a unos 'retoques' para que no se la reconozca.
Además, para crear a Marta Gutiérrez, la joven que teóricamente era la propietaria del terminal telefónico, se sirvieron de un programa de retoque para mezclar digitalmente dos fotografías de personas conocidas suyas.
Todo estaba milimetrado al detalle y tras semanas de trabajo no fueron pocos los que, hasta los últimos momentos, pensaban que era una historia cierta y que la tal Nela estaba en una situación de peligro real.