Volver a la rutina después de las vacaciones se convierte en un suplicio para muchas personas, tanto que el 67,91 por ciento de los españoles sufre estrés postvacacional, costando «mucho» en el 29,30 por ciento y «muchísimo» en el 13,49 por ciento de los casos, según un estudio de Aora Health.
Según este estudio, las principales manifestaciones de este estrés son la desgana (42,33%), la tristeza (14,42%) y la apatía (10,70%), aunque no a todos afecta por igual. En este sentido, esta situación tenía una duración variable: en la mayoría de los casos, al 46,51 por ciento le dura al menos una semana; un día en el caso del 30,23 por ciento de los encuestados; 15 días para el 15.81 por ciento; y hasta un mes para el 8.84 por ciento de los participantes en el estudio.
«El ser humano es muy sensible a los cambios y el estrés postvacacional tiene un origen multifactorial. El elemento más importante es la vuelta al trabajo, y a la rutina diaria también al no trabajo. En ambos casos lo que supone el retorno a la realidad, a las obligaciones, las responsabilidades, los horarios o la falta de tiempo para hacer lo que nos gusta, y también la mala conciencia por los excesos cometidos, como gastar y comer más de lo deseable y sus consecuencias», ha explicado el director general de Aora Health, Gonzalo Peñaranda.
En relación con esto, para los españoles lo «más duro» es madrugar y cumplir con los horarios (37,63%), la rutina (18,14%), la falta de tiempo (11,63%), la reducción de las horas de sol y la bajada de las temperaturas (11,62%), «volver a empezar» (10,70%) y el trabajo acumulado (10,23%).
Todo ello podría estar unido a las preocupaciones que surgen a la vuelta de las vacaciones, tanto que, según los datos, el 31,16 por ciento de los encuestados se siente abrumado por no haber descansado lo suficiente durante estas, el 21,40 por ciento por los «kilos de más», el 16,28 por ciento por no haberlas aprovechado mejor, el 15,81 por ciento por los gastos realizados, el 8,37 por ciento por las hipotecas y préstamos y el 6,98 por ciento por la pérdida de forma física.
Para lidiar con estos problemas, Peñaranda ha recomendado abordar la vuelta de las vacaciones «desde una perspectiva positiva». «Sentirnos felices por tener trabajo o por abordar nuevos desafíos profesionales, y poner en marcha otras rutinas como una alimentación saludable, el ejercicio físico, el desarrollo de actividades que enriquezcan nuestra mente y nuestro espíritu. En definitiva, aprovechar el cambio para poner en marcha una estrategia de bienestar y reforzarla con complementos alimenticios que la aceleren», ha concluido.