La modelo Ulrikke Hoyer ha criticado a través de las redes sociales que la consideraran «demasiado grande» para desfilar, por lo que le pidieron que «se alimente solo de agua durante 24 horas». Una proposición que «sorprendió» a la modelo, que tiene una talla 34-36.
«Acabo de regresar de Tokio, Japón, donde Louis Vuitton organizó un hermoso espectáculo en un crucero en Kioto, al que nunca llegué porque soy demasiado grande», explica Ulrikke Hoyer en Instagram. «Ashley Brokaw dijo que había habido algunos problemas durante el montaje. Según ella, yo tenía 'un estómago y una cara muy hinchada' y me instó a morirme de hambre con esta declaración 'Ulrikke necesita beber sólo agua para las próximas 24 horas'. Me sorprendí cuando lo escuché.
«Me alegro de tener 20 años con un fondo deportivo y no ser una niña de 15 años, que acaba de empezar en esto e insegura de sí misma, porque no tengo ninguna duda de que yo habría terminado enferma», termina diciendo la modelo en la red social.
Ser modelo y admirada es el sueño de muchas chicas (demasiadas). Un mundo en el que se es admirada/do por su belleza. Es muy normal que solo unas pocas puedan acceder a ese mundo. Algunas tendrán que hacer barbaridades para intentarlo... y aún así no lo conseguirán debido a su propia naturaleza. Como al "mundo" de las modelos les sobra donde elegir... pues eligen lo que les conviene. Punto pelota. Esto me suena a que si alguien quiere ser bombero tiene que tener un físico muy determinado para ello. No me imagino a alguien demasiado bajo, o demasiado fofo, llorando porque no le dejan acceder ni a las pruebas.