Qandeel Baloch, famosa por los sensuales vídeos que colgaba en internet, murió estrangulada este sábado por su hermano en un nuevo caso en Pakistán de «crímenes de honor», asesinatos cometidos por familiares por una afrenta moral.
La joven de 25 años, cuyo verdadero nombre es Fauzia Azeem, murió estrangulada por su hermano Muhammed Wasim en la casa de sus padres en la localidad de Multan, en la provincia oriental de Punyab, afirmó a Efe el jefe de la Policía local, Azhar Akram.
«Su hermano la estranguló aparentemente en un caso de crimen de honor (...) No hay heridas u orificios de bala en su cuerpo, ni tampoco sangró», explicó el jefe de Policía.
Según relataron los padres de la víctima a la Policía, su hijo había amenazado a Baloch por el tipo de vídeos que colgaba en redes sociales como Facebook, donde cuenta con casi 730.000 seguidores, y le había ordenado que cesara por completo su actividad en la red.
El hermano apareció anoche en la casa de sus padres donde estaba la joven, que vivía allí desde hacía unos días, anotó el jefe de Policía.
«No había solicitado protección policial, si no se la hubiéramos proporcionado», sentenció Akram.
Sin embargo, de acuerdo con el diario local The Express Tribune, Baloch había pedido en repetidas ocasiones al Ministerio de Interior paquistaní que la protegiese por las continuas amenazas que recibía, pero «al no recibir respuesta» se había planteado abandonar el país.
«Sé que no me van a proporcionar seguridad y no me siento segura, por lo que he decido marcharme al extranjero con mis padres», había confesado la joven celebridad al diario.
Las fotografías y vídeos de unos pocos segundos que colgaba Baloch en las redes sociales y que son visualizados por miles de internautas eran de factura casera y en ellos la joven, con ropas sensuales, realizaba posturas semieróticas.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), Zohra Yusuf, confirmó a Efe que el asesinato de Baloch «es otro caso de crimen de honor», y reveló que éste pudo ser motivado por unas polémicas fotos muy comentadas en prensa y redes sociales, en las que la joven se hacía un «selfie» con un conocido clérigo.
Según la HRCP, en lo que va de año 262 mujeres han fallecido víctimas de crímenes de honor, 84 de ellas por elegir marido sin el permiso de la familia y 149 por mantener «relaciones ilícitas».
En 2015 se dieron casi mil casos, de acuerdo con la HRCP, que alerta de que esas cifras esconden una realidad aún mayor que queda fuera de los registros por la falta de denuncias.
Los llamados «crímenes de honor» son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a familiares que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral tradicionalista.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, prometió medidas legislativas contra los «crímenes de honor» tras ver el documental de esta temática con el que la cineasta Sharmeen Obaid Chinoy ganó este año su segundo Óscar: «A Girl in the River: The Price of Forgiveness».