El grupo japonés Sumitomo Metal Mining estudia el abandono de la producción de combustible nuclear tras el accidente ocurrido en el complejo de Tokaimura el 30 de septiembre, indicó un portavoz del grupo. Sumitomo tiene previsto tomar esta decisión porque está prácticamente seguro de que las autoridades van a retirar la licencia de actividad a su filial JCO que gestiona la fábrica de conversión de uranio de Tokaimura, según el periódico económico «Nihon Keizai».
Según el periódico, a pesar de que este tipo de licencia solo puede revocarse por un periodo de dos años, JCO tendrá que hacer frente a costes muy elevados para poner sus instalaciones en regla y pagar los salarios. El anuncio del próximo cierre de esta planta de Tokaimura coincidió con un nuevo accidente nuclear también ocurrido en Japón. Una pequeña cantidad de radiación se fugó de dos barriles que contenían residuos nucleares «de baja intensidad» en el norte de Japón, dijo la empresa Tokyo Electric Power Co. La compañía distribuidora de energía eléctrica afirmó que está investigando el incidente, pero aseguró que la fuga es muy pequeña como para que alguien pueda resultar dañado.
El anuncio de esta fuga se hizo una semana después de registrarse el peor accidente nuclear de Japón en el que al menos 55 personas quedaron expuestas a fuerte radiación. Tokyo Electric Power Co. dijo, en un comunicado, que los dos barriles se encontraban entre otros 1.760 que contenían desperdicios nucleares «de baja intensidad». Los barriles habían sido transportados el mes pasado desde una de las plantas nucleares en Fukushima, al norte de Japón, hacia un basurero nuclear en la localidad de Rokkasho, también en el norte del país.
Por otra parte, Robert Gale, médico estadounidense que trató a víctimas del accidente nuclear de Chernobil, visitó a uno de los afectados por la fuga radiactiva de la semana pasada en la planta de uranio de Tokaimura, informaron hoy medios japoneses.