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El motor en Mallorca

Biscuter, una joya en miniatura

Juan Calvo recibió como regalo de jubilación de sus hijos este Biscuter de 1960 que tuvo que restaurar, pues era un ‘montón de chatarra’ cuando se lo entregaron

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Juan Calvo recibió como regalo de jubilación por parte de sus hijos un Biscuter de segunda mano que era prácticamente «un montón de chatarra», según recuerda, pero sus hijos consideraron que dados sus conocimientos podría devolverlo a la vida. Y así fue. Juan, con mucho trabajo y sin prisas, fue restaurando poco a poco ese Biscuter de 1960 que llegó desde Valencia, donde sus hijos lo compraron en bastante mal estado. Juan tuvo su primer contacto con estos vehículos en el año 1956, cuando empezó a trabajar en Comercial Pou, que tras varios años se llamó Comercial Mallorca, ubicada en la calle Reina Esclaramunda, y que fue la encargada de comercializar en la Isla este tipo de vehículos además de proporcionar el servicio técnico necesario para el funcionamiento del pequeño utilitario. Así pasaron los años y Juan pensó que sería una buena idea tener uno cuando se jubilara para poder disfrutar de paseos con este curioso vehículo acompañado de su mujer, Lydia, que está también encantada con el coche.

En la década de los años sesenta su sueldo no daba para poder tener un Biscuter, ya que su precio era prohibitivo para un trabajador, pues las primeras unidades costaban 37.000 pesetas. Y eso era mucho dinero entonces.

Tres largos años duró la restauración, pues el vehículo estaba realmente mal y faltaban muchas piezas. Contó con la inestimable ayuda de algunas personas, primero de un tío de su padre, que como mecánico le fue guiando en los pasos a seguir, y luego con la colaboración de dos amigos de Barcelona, Ramón Pradas y Jaime Jubert, que le ayudaron a conseguir las piezas necesarias para dejarlo como muestran las fotografías, como si hubiera salido ahora de fábrica. Juan pertenece al club Amics del Biscuter, que tiene su sede en Barcelona, ya que en la Isla no hay ningún club. Juan nos cuenta que se lo pasó genial allí y cada cierto tiempo realizan excursiones por la Península. Acaba de venir de la Rioja.

En cuanto al vehículo, el coche fue diseñado en los años 50 por el francés Gabriel Voison. Lleva un motor Hispano Willers de 125 CC. La carrocería es toda de aluminio y la primera de las series que se fabricó no tenía marcha atrás.

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