Durante estos días de calor cualquiera que pasee por la urbanización de Cala Llamp (Andratx) podrá ver una que hay unas treinta cabras con veinte cabritas que se pasean por las calles Congre y Serviola. El calor hace que busquen comida y agua en cualquier ubicación donde puedan alimentarse, perdiendo el miedo a la presencia humana.
En Cala Llamp desde hace unos años y últimamente, muchas casas han sido cercadas por cintas eléctricas para repeler la entrada de animales salvajes, pero aún así hay algunas cabras que entran subiéndose por las paredes o por las partes abiertas de las barreras, comiéndose lo que encuentran. A veces alguien tira restos de poda a la carretera y las cabras se lo comen.
A pesar de ello, estos animales lo tienen más difícil para poder beber y comer. Por las tardes cuando hace más calor, se puede ver a una docena de cabras que duermen en las sombras de la carretera o en las aceras. Los turistas quedan asombrados al ver este espectáculo y no dudan en fotografiarlo.
Hace unos años, el departamento de Medi Ambient del Ajuntament d’Andratx emprendió una campaña para controlar la proliferación de las cabras en varios puntos y su presencia disminuyó.
Sobrasada rockles cabres són una especia introduïda. Quan abans es menjaven i domesticaven a les possessions i finques no hi havia problema. En el moment que es deixen de criar com animal domèstic i s'amollen en llibertat comencen els problemes. No tenen depredadors naturals. Es reprodueixen descontroladament. Fan mal a la vegetació que si es autòctona. És una especia invasora amb totes les seves conseqüències. El turista que compra finques i urbanitzacions també es una especia invasora. És normal que es competeixin pel mateix territori.