El tiempo se les acaba a los okupas del complejo Bellevue, en el Port d'Alcúdia. Tras la intervención, el pasado lunes, de una empresa especializada en desokupación (Guardians Control), que desplegó a medio centenar de efectivos, y de la mano de un equipo de abogados informó de la propuesta para el desalojo pacífico del recinto, se les planteó a los 'inquilinos' del edificio Neptuno II una oferta que expira en la noche de este lunes.
Quienes aceptaran salir sin condiciones del bloque antes de este lunes, 24 de febrero, a las 23:59 horas, no serían ni identificados ni denunciados por usurpación de la propiedad y los desperfectos causados en el edificio Neptuno II; de inmediato y en cuestión de horas, el grueso de los 150 okupas que calculó la empresa Guardians Control se alojaban en las tres plantas -la baja y dos superiores- del edificio de apartamentos cedió y, en muchos casos, abandonó la zona con sus enseres personales.
Ante la presencia de familias con menores a su cargo -e incluso uno de ellos en un estado de salud delicado- y otras que precisaban de un margen de tiempo para recoger sus pertenencias, se ofreció una semana de margen a los okupas, que a finales de semana se estimaba que no llegaban a la treintena, la práctica totalidad suscriptores de ese documento que les permitía acceder y salir con total libertad hasta la noche de este lunes. Quienes no lo firmaron, no volverían a entrar en el edificio si lo abandonaban, en virtud de los controles de acceso instalados.
Para evitar intrusiones y movimientos fuera del control de la empresa de seguridad, se tapió el acceso principal al edificio, además de otros espacios interiores, dejando operativa la salida de emergencia, siempre bajo permanente vigilancia por parte de Guardians Control, que ha mantenido presencia en la zona durante las 24 horas del día desde el pasado lunes, cuando se produjo su espectacular intervención.
Este lunes, se reforzará el operativo en un día clave para conocer el futuro de uno de los caso de okupación de establecimientos hoteleros que han marcado la actualidad en lo que llevamos de año. Desde Cala Bona, pasando por Cala d'Or y ahora el Bellevue, este fenómeno ha activado las alertas del sector en aras al próximo invierno, además de lanzar un serio aviso sobre la crisis y la emergencia habitacional que sacude a Mallorca.