PRIMERA PERSONA

El drama de los okupas del Bellevue: «No tenemos a dónde ir con una niña de 3 años»

Rocío y Antonio, tío y sobrina, conviven en uno de los apartamentos okupados y lamentan la falta de atención de los servicios sociales y la «situación de urgencia» en la que viven

Okupas

Antonio, de 45 años, y su sobrina Rocío, que a sus 21 años convive con su pareja y una niña de 3 años en el Neptuno II. | T.Ayuga

| Port d'Alcúdia |

En el edificio Neptuno II hay una docena de menores que conviven con las familias que ocupan las habitaciones del edificio hotelero. Rocío, de 21 años, es la madre de una niña de 3 años que este lunes ya se encontraba en el colegio cuando se ha presentado la empresa de desokupación. Lleva un mes y medio en una habitación del primer piso junto a su pareja de 27 años y su tío Antonio.

Rocío considera que «la situación no es agradable para nadie, ni para los propietarios ni para nosotros, pero es que no nos podemos permitir pagar un alquiler de 1.500 euros, que es lo que nos están pidiendo, y menos, con una niña de 3 años a nuestro cargo. Simplemente, no tenemos a dónde ir». Cuestionada por si han recibido atención por parte de los servicios sociales de Alcúdia, explica que «nos vino a ver una mujer para que pidiéramos cita esta semana, pero estamos en una situación de urgencia y no nos ofrecen alternativas».

Por su parte, Antonio relata que lleva empadronado en Alcúdia desde los 4 años, «y ahora tengo 45. Estamos aquí por pura necesidad y esta mañana nos hemos encontrado con esta empresa que ha venido para comunicarnos que teníamos que firmar un documento por el que nos comprometíamos a desalojar el edificio a cambio de que la propiedad no nos denunciaba por daños. Es un papel sin ningún sello judicial al que no le vemos validez jurídica alguna», asegura.

Otros ocupantes del Neptuno II han vivido situaciones similares este lunes por la mañana. Un ciudadano colombiano que no ha preferido identificarse asegura que «he ido a llevar a mis hijos al colegio y cuando he vuelto ya no me han dejado entrar con la excusa de que se había montado un control de acceso». El testimonio indica que «me han sugerido que firme un acuerdo para que me permitan recoger nuestras cosas y abandonar el edificio, pero ahora mismo no sé que tengo que hacer porque mi mujer se ha ido a trabajar y me veo con mis hijos en la calle sin un sitio dónde dormir». Esta persona asegura que «tampoco hemos tenido noticias por parte de los servicios sociales del ayuntamiento».

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