Vecinos de la urbanización sa Pedruscada y del municipio de Capdepera han alzado su voz para frenar la construcción de 60 nuevas viviendas en esta zona. Un proyecto que, según defienden, es «inminente» y que supondría «destruir uno de los pocos lugares que todavía resisten la presión urbanística de Cala Rajada». En octubre de 2023 nació la plataforma «Salvem sa Pedruscada» después que el proyecto básico entrara en el Ajuntament. El objetivo es paralizar una actuación que «perjudica el valor ambiental, paisajístico, sus espacios y recursos naturales y altera las condiciones de habitabilidad y convivencia de los vecinos y de las generaciones venideras».
La portavoz de la plataforma,Trinidad Tarazaga ha explicado que «estamos muy contentos con la concentración. Se han movilizado alrededor de 200 personas, el triple de la primera convocatoria.Ya tenemos casi 5.000 firmas recogidas. Estamos muy asustados porque el comienzo de las obras es inminente». En diciembre del año pasado el Ajuntament de Capdepera aprobó una moratoria de un año para hacer un análisis exhaustivo del planeamiento aplicable a la parcela. Prohibió levantar cuatro alturas. Según la portavoz «la constructora ha modificado el proyecto inicial bajando a una altura».
Desde la plataforma comentan que «nos hemos reunido con el Ajuntament que nos dice que no puede hacer nada porque está dentro de lo permitido pero es que esta construcción está basada en una normativa de los años 80 y hoy la situación medioambiental ha cambiado, está la crisis climática. Este espació no resistirá una macrourbanización, no hay agua, la depuradora es insuficiente y cuando hay fuertes lluvias es un desastre».
En la concentración se han podido ver pancartas y los asistentes han lucido camisetas reivindicativas con el lema «Sos. No a la destrucción de sa Pedruscada». Entre los argumentos para oponerse a esta edificación contemplan la tala de los árboles que quedan en la parcela. Mencionan «el ruido, la saturación y eliminación de la vegetación autóctona que será sustituida por casas, apartamentos y calles». Sentencian que «el patrimonio ambiental y paisajístico está en riesgo de desaparecer para siempre» y piden ayuda a las instituciones supramunicipales. Desde el Ajuntament de Capdepera no quisieron hacer declaraciones.