Con solemnidad pero también en un ambiente festivo, el Santuari de Lluc ha celebrado este domingo la «reinauguración» del monumento del Misteri del Rosari, que ha sido reconstruido con exactitud después de que se desplomara en 2021 a causa de unas tormentas y de problemas estructurales en su construcción, en la primera década del siglo XX.
El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, junto con el prior de Lluc, Marià Gastalver y el coordinador del Santuario, Toni Moreno, han ejercido como anfitriones en una celebración que ha comenzado con una misa en la basília y ha continuado después con la bendición del monumento en el Pujol dels Misteris. La Escolania dels Blauets de Lluc ha aportado la nota alegre con sus cánticos durante la ceremonia y sus jóvenes integrantes han integrado la comitiva a pie desde el templo hasta los pies del monumento, obra de los arquitectos Joan Rubió y Guillem Reynés, que fue finalizado en 1909.
Entre los asistentes a la ceremonia han estado el conseller de Presidència del Consell de Mallorca, Toni Fuster; el director insular de la Serra de Tramuntana y alcalde de Escorca, Antoni Solivellas; el teniente de alcalde de Cort, Llorenç Bauçà, y la portavoz insular del PSOE, Catalina Cladera, quien presidía la administración insular cuando ésta aprobó financiar la reconstrucción del monumento con una subvención de 275.000 a la Fundació Santuari de Lluc. Esto permitió iniciar la recuperación del monumento a finales de 2022, con la catalogación de las distintas piezas que formaban este colosal conjunto, y en 2023 los trabajos propiamente de reconstrucción tras haber corregido los fallos estructurales con la construcción de un forjado en la base. El presupuesto total de la reconstrucción ha alcanzado los 342.000 euros.
El monumento del Misteri del Rosari fue diseñado a finales del siglo XIX por los arquitectos Joan Rubió y Guillem Reynés, con el asesoramiento de Antoni Gaudí. El proyecto fue encargado en 1884 por el Bisbe Campins y se terminó de construir en 1909. Está confeccionado con grandes piezas de piedra caliza, con unas dimensiones de 11 metros de ancho por 11 de altura, con un peso aproximado de 220 toneladas. También consta de unos relieves en bronce del escultor modernista Josep Llimona. Está catalogado como Bien de Interés Cultural por el área de Patrimoni del Consell de Mallorca su valor artístico y patrimonial.
Han sido un proyecto complejo, pues el monumento que se desplomó por completo pesa unas 220 toneladas y está ubicado en pleno bosque de montaña, con lo cual no ha sido posible entrar con maquinaria pesada. Precisamente los artífices de esta laboriosa tarea se han sumado este domingo a la inauguración, como el arquitecto Joan Soler y el arquitecto técnico Samuel Pérez. Desde ahora, el IV Misteri se erige de nuevo en su ubicación original y con la pátina que imprime el paso de los años, intacta, pero reconstruido con técnicas que aseguran su futuro.