El GOB ha reclamado a la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural que cambie la ubicación del Reggaeton Beach Festival Mallorca 2024 de Can Picafort a otra localización o paralizar su comercialización hasta contar con la autorización del Ayuntamiento de Santa Margalida.
Estas son algunas de las medidas que ha solicitado la entidad ecologista en un escrito dirigido al departamento que dirige el conseller, Joan Simonet, debido al «impacto acústico» que puede generar en zonas calificadas como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y en el Parque Natural de Llevant.
En un comunicado los ecologistas, han señalado que los niveles de contaminación acústica registrados en la pasada edición del festival en las estaciones de medición situadas en el espacio natural protegido «fueron superiores incluso a los establecidos legalmente para las áreas industriales, donde el nivel de contaminación permitido es el más alto».
Para la asociación esto es un «impacto ambiental no evaluado convenientemente» y que por su intensidad «podría generar efectos sobre la fauna», especialmente sobre las aves, al «generar el desplazamiento de ejemplares, tal y como se ha registrado en numerosos estudios científicos».
Desde la organización han incidido en que en las fechas previstas para el festival --13 y 14 de julio--, las especies de aves presentes en el espacio protegido ya han finalizado, por lo general, la reproducción y las crías «se encuentran en su fase más vulnerable». «Causar su desplazamiento prematuro y forzado fuera de las áreas seguras que conocen, esto es en torno a los nidos, incrementa su riesgo de mortalidad», han defendido.
Las especies más destacables que se reproducen en la zona son el alcaraván común, el chorlitejo patinegro, la curruca balear, la curruca rabilarga, la cogujada montesina y la terrera común. La mitad de estas especies presentan tendencias poblacionales de «merma» o «no han sido evaluadas convenientemente», según datos ministeriales elaborados por SEO/Birdlife.
En el escrito presentado a la Conselleria, el GOB ha recalcado que el festival, que ya se publicita y comercializa, «no dispone de la autorización municipal, ni de los informes ambientales preceptivos», por lo que pide que se pide que se paralice la comercialización para «evitar un incumplimiento flagrante de la legalidad».
Asimismo, han reclamado, entre otras cuestiones, una «adecuada evaluación» de las repercusiones del evento y una limitación del ruido permitido en las zonas que «requieren una especial protección contra la contaminación acústica» a un umbral máximo de 60 decibelios ponderados.
Igualmente, desde el GOB piden que en caso de que estos niveles de ruido máximo permitidos legalmente o asimilables por los espacios Natura 2000 no puedan ser cumplidos, «se evite la celebración del festival en la ubicación prevista».