La localidad de Son Carrió, en Sant Llorenç des Cardassar, contará por primera vez con un emblema identificativo propio, una bandera creada y diseñada por la artista carrionera, Bel Fullana. Aunque el diseño de ésta aún no está decidido.
La iniciativa de impulsar la creación de un elemento identificativo propio nació de las peticiones vecinales. «A través de conversaciones con diferentes grupos de vecinos surgió la idea de crear un emblema propio, hasta la fecha no contábamos con ninguno», explicó el regidor del núcleo, Miquel Font. A poco a poco la idea fue cogiendo forma gracias a la intervención de la artista local, Bel Fullana y la colaboración de la agurpación de jóvenes de la localidad, Empaparrats. La pintora trabajó el diseño de la que será la nueva bandera, pero con la intención de hacer partícipes del proyecto al resto de carrioners, este sábado se ha organizado una votación popular en la que los vecinos podrán elegir cual de las dos propuestas de Fullana representa mejor a la localidad. «Es una iniciativa que nace del pueblo por lo que esperamos mucha participación en esta elección», reconoció Font.
Una vez elegido el diseño la bandera formará parte del patrimonio e identidad del pueblo y se prevé que pueda estrenarse para las fiestas patronales de este año, que se celebran en el mes de mayo. «La intención es poder presentarla de forma oficial estas fiestas, aunque el tiempo es ajustado», sentenció el regidor.
Diseño
Las dos propuestas creativas toman como referencia del escudo de la parte superior la forma del portal mayor de la iglesia. El mismo escudo coronado con la semicircunferencia del rosetón de la fachada del templo pretende en una primera propuesta hacer una analogía de la cresta del casco de los centuriones, muy característicos de la localidad. Mientras, en el segundo caso, el mango de la espada está inspirada en el dibujo de los celos del balcón transversal del templo.
Po otra parte, en uno de los diseños aparece la cova del fum, uno de los caparrots del pueblo y un lugar característico. En el otro diseño se dibuja una espada, un elemento identificativo de Sant Miquel, patrón de la localidad. En ambas propuestas un dragón centra el dibujo en representación al demonio que Sant Miquel tiene bajo sus pies y que simboliza la idea de que el bien siempre vence al mal.