Llucmajor ha declarado la guerra a los vertidos incontrolados. Prueba de ello es la retirada de más de 10 toneladas de residuos en los últimos meses por parte de la brigada municipal. La limpieza se ha efectuado en diferentes puntos del municipio, con especial incidencia en las zonas de s'Arenal y Urbanizaciones.
Estas actuaciones se han llevado a cabo de manera conjunta entre las áreas de Medi Ambient y de Entorn Urbà del Ajuntament en el marco de una campaña de control de vertidos en la que se trabaja para la identificación de puntos negros, en la recogida de los residuos, y en su posterior traslado a los puntos autorizados de recogida.
En este sentido, el consistorio tiene previsto iniciar próximamente una nueva campaña para identificar nuevos puntos de vertidos que se van generando en el municipio y también poder localizar a los infractores. Para ello, se trabaja también con vuelos programados con drones. La mayoría de los residuos encontrados proceden de obras menores y construcciones.
Desde el consistorio señalan que «estas actuaciones suponen un esfuerzo adicional por parte del Ajuntament» pero reuerdan que «tendremos tolerancia cero con este tipo de comportamientos».
Paralelamente se están organizando nuevas iniciativas ciudadanas para colaborar en la recogida y actividades medioambientales con los centros escolares.