La reactivación del proyecto para ampliar el polígono industrial de Binissalem y duplicar su capacidad hasta las 26 hectáreas ha provocado reacciones en diversas entidades locales que ya preparan movilizaciones en breve.
Una de ellas es el Grup d'Amics en Defensa del Medi Ambient (GADMA) y su portavoz, Bernat Fiol, declara que «el pasado lunes asistimos perplejos al pleno municipal, donde 11 de los 13 regidores del Ajuntament votaron a favor de continuar destruyendo nuestro municipio, al rechazar una moción de Més para desclasificar los terrenos de la segunda fase del polígono».
Desde GADMA denuncian que «los políticos dicen que actúan por el bien de los binissalemers y en realidad lo que hacen es ponerle una alfombra roja a los promotores para que presenten el plan parcial que reactiva el proyecto».
Fiol acusa «a los políticos que permiten este desastre. Han vendido el futuro del pueblo a los especuladores». Menciona al regidor de Urbanisme, el socialista Pep Maria Pons, «que no tiene argumentos para defender que se haga la ampliación y tampoco alega que sea bueno para las empresas locales, porque sabe que es mentira. Solo ha avisado de posibles indemnizaciones a los propietarios, aunque sea una posibilidad remota».
GADMA alerta de que «como asociación medioambiental no nos queda otra que movilizarnos y hacer todo lo posible para evitar este despropósito. Si prospera la segunda fase, saldremos perdiendo los binissalemers».