El singular Pump Track de Palmanyola, instalación de uso recreativo y deportivo cuyo diseño generó debate y polémica meses atrás, ha abierto sus puertas a los usuarios de la Entidad Local Menor y a quienes deseeen probar nuevas sensaciones en una instalación innovadora en la Isla. Pump Track puede traducirse del inglés como 'pista de impulso'. El concepto Pump se refiere al movimiento que se lleva a cabo con el cuerpo y su peso con el fin de aprovechar las bajadas y subidas para alcanzar grandes velocidades, aprovechando la inercia ganada al bajar una rampa, sacando partido del peso del cuerpo, haciendo además un movimiento parecido al de saltar en el momento de subirla.
El ejercicio en diferentes vehículos en el Pump Track ayuda, por ejemplo a ejercitar la movilidad con velocidad y pendientes, sirve de ejercicio cardiovascular y permite trabajar los músculos de las piernas principalmente, además de la diversión de rodar con una BMX, un monopatín o un patinete en un circuito perfectamente señalizado. El recinto, ubicado en la periferia del núcleo, ha sido recibido por los vecinos con éxito, siendo una petición realizada por los propios habitantes de la Entidad Local Menorca ubicada en el municipio de Bunyola.
Los practicantes habituales de las especialidades que se desarrollan en un Pump Track hicieron saber su preocupación por una serie de deficiencias halladas en su diseño, definiéndolo como peligroso. Tras ello, la Entidad Local Menor se puso manos a la obra para solventar esa problemática, con el fin de ponerla al servicio de los vecinos lo antes posible, siempre con todas las garantías de seguridad para su uso.
«Tenemos la certificación por parte de una empresa especializada de Barcelona de que cumple con la normativa y ya lo tenemos disponible para nuestros vecinos y todos aquellos que quieran acercarse para conocerlo», asegura Arnau Llinàs (Som AVI), alcalde pedáneo de Palmanyola y responsable de la Entidad Local Menor. A su vez, señala que se tuvieron que solventar dos leves deficiencias «en cuanto a desagües próximos, que podían llevar a que alguna rueda quedara encajada y la presencia de farolas cerca del circuito. Todo ello se ha arreglado y ya se puede disfrutar del Pump Track con seguridad», refiere Llinàs, sorprendido «gratamente» por la «cantidad de niños que por las tardes y los fines de semana pasan por allí y se lo pasan bien».