«Agama presentó el jueves un plan estratégico donde ha decidido rebajar en un 40 % la compra de leche a los ganaderos de Mallorca. Esta decisión es la muerte del sector lechero en la Isla y como sector no lo podemos admitir. Lucharemos para que esto no pase».
Con estas palabras las cuatro organizaciones agrarias de Mallorca (Unió de Pagesos, UPA, Cooperatives Agroalimentàries y Asaja) se plantaron ayer contra la decisión del grupo Damm -propietario de Agama- de reducir la cantidad de leche que compra a las seis vaquerías de Mallorca debido a las pérdidas acumuladas de la empresa que, según explicó el director general de Lácteos de Damm, Josep Barbena, llegan a seis millones de euros.
La reacción del sector agrario y ganadero de la Isla no se ha hecho esperar y ayer reclamaron a Agama que «recapacite» su decisión «porque creemos que hay otras soluciones», apuntó el presidente de Asaja, Joan Company, como portavoz de las cuatro organizaciones.
«El grupo Damm compró Agama en 2017 cuando facturaba 12 millones de litros de leche anuales. A finales del año pasado vendía 8,5 millones de litros y hace tres meses pidió una rebaja del 10 %. El jueves comunicó a los ganaderos que quiere hacer otra reducción del 40 %, lo que supone que solo comprará 4,5 millones de litros de leche», ejemplificó Company mientras recordaba que Agama ha dejado de vender 4 millones de leche en un año.
El sector asegura que hace un año la empresa pidió a los ganaderos que la intención de Damm era retornar a las ventas de los 12 millones de leche de antaño o incluso incrementarlas hasta los 15 millones de litros, por lo que «los ganaderos compraron vacas y se prepararon para atajar estas producciones que ahora rebajan», añadió.
Además, explican que esta crisis de los ganaderos afectará a otras ramas del sector primario como los productores de cereal y de forrajes, lo que representa al 70 % del territorio cultivado de Balears.
Por su parte, la secretaria general de UPA, Joana Maria Mascaró, detalló que la reunión que mantuvo Agama con los ganaderos el jueves por la noche fue muy «tensa» y que la empresa les comunicó que prescindirá de una vaquería a partir de octubre, otra en enero y otra menos en mazo. Lo que significará pasar de las seis actuales que venden leche a Agama a solo tres.
«Esto es un problema muy grave porque estas vacas tendrán que ir a matadero. En Mallorca no hay otra empresa que pueda asumir la compra de estas cantidades de leche», aclaró Mascaró mientras recordaba que cada una de las seis explotaciones cuentan con más de cien vacas.
Ante esta realidad, las cuatro organizaciones piden una rectificación por parte del Grupo Damm. «Si tienen la capacidad de hacer una campaña Mediterráneamente para vender Estrella Damm por todo el mundo, también tienen capacidad de marketing para vender un vaso de leche mallorquina en las islas», señaló Company.
Además, reclaman al Govern que tome las medidas necesarias para que los payeses y ganaderos puedan vender su productos en la Península sin tener que sufragar el sobrecoste que comporta la insularidad. « Los payeses y ganaderos de estas islas tenemos todo el derecho constitucional de ser igual que un payés de Extremadura, de Alemania o de Valencia. Queremos que nuestros productos puedan salir de Mallorca y cuesten lo mismo en Palma que en Barcelona. Por lo que queremos transporte», añadieron las organizaciones agrarias en su comparecencia ante los medios.
En último lugar, reclaman también que la Conselleria d'Agricultura haga un seguimiento para comprobar que hoteles y restaurantes hacen entre un 3 y 5 % de compras de producto local, tal y como marca la ley y que, en caso necesario, se incremente este porcentaje «ya que el sector está al límite».
«No aceptamos esta muerte. No queremos que nadie nos regale nada. Pero queremos el mismo derecho que cualquier payes o ganadero europeo a sobrevivir», sentenció Company.
Por su parte, desde el Govern también se ha mostrado contrarios a la decisión del Grupo Damm de reducir el número de litros que compra a los ganaderos y ayer, el portavoz del ejecutivo, Toni Costa, aseguró que la reducción del 40 % equivaldría «a matar a una vaca cada día». Las organizaciones agrarias plantearán al Govern ahora su exigencia sobre el cobrecoste de la insularidad.