«No es un baño público. Orinar prohibido». Este claro y contundente mensaje es el que reza cerca del acceso a un restaurante ubicado en el Coll de Sóller. Y lo hace en castellano, inglés y alemán, para general conocimiento y cumplimiento. Una zona habitual de parada y descanso para ciclistas y turistas que descansan tras la dura ascensión o para disfrutar de las espectaculares vistas a la bahía de Palma que se tienen a cerca de 500 metros de altitud.
Pero algunos, además, de forma incívica hacen sus necesidades en aquel rincón, e incluso dejan desperdicios que no ayudan a este hostelero a la hora de atraer a potenciales clientes en un espacio que destaca por la tranquilidad y belleza del panorama que se observa desde allí.
Incluso en temporada baja de cicloturismo ha tenido que recurrir a este llamativo cartel para no tener que volver a ver a gente orinando o, más adelante, soportar el consiguiente hedor. Con este aviso, en tres idiomas para que quede bien claro, el autor deja claro que ha agotado su paciencia.