Este jueves comienzan las esperadas fiestas de la Fira y el Firó, con la incertidumbre de si el simulacro de los hechos históricos de 1561 se celebrará el próximo lunes con normalidad o si se verá afectado por la negativa de los colectivos de dirigir la organización, lo que podría suponer una grave alteración del programa. Como ya informaba este miércoles este diario, los colectivos rechazan las condiciones sobre el uso de armas de fuego establecidas por Delegación del Gobierno con base en la legislación vigente y los informes técnicos.
El alcalde, Carlos Simarro, lamentó que «surjan nuevas condiciones a una norma a la que ya nos habíamos adaptado en 2020», aunque desde Delegación se sostiene que no ha habido tales cambios. A última hora de la tarde, Delegación remitió al Ajuntament la resolución favorable a la celebración del simulacro, pero los colectivos todavía no sabían si se habrían modificado o no algunas de las condiciones que previamente habían rechazado por considerarlas «inviables» para el habitual formato de la recreación.
Hay que recordar que estas condiciones suponen la delimitación de zonas especiales de tiro con armas de pólvora negra, las únicas autorizadas, con las máximas medidas de seguridad (como suelo mojado y extintores) que los organizadores rechazan, al menos en los términos inicialmente exigidos.
Al cierre de esta edición, el Ajuntament no había podido estudiar la nueva documentación que acompaña la resolución, aunque sí que se confirmó que se había recibido. Los colectivos se reunieron ayer para preparar una protesta el día del simulacro. Según ha trascendido, si no cambian las condiciones, han planteado suprimir el desembarco en el Port y realizar una sentada.