El patrimonio municipal de Felanitx se incrementará con un inmueble muy sentido por los felanitxers: la casa de la Bellavista, que fue construida en 1851 en la cima del Puig des Call, y está anexa al oratorio del Calvari. Este lunes, el alcalde, Jaume Monserrat, después de reunirse con los portavoces municipales, anunció el inicio del expediente de adquisición de éste inmueble propiedad de la Congregación de Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul. El pasado mes de febrero, estas religiosas hicieron saber oficialmente al Ajuntament su intención de vender el inmueble por un importe de 150.000 euros. Esto, junto con los movimientos iniciados por los miembros de la recién creada asociación Amics del Calvari, con la intención de recuperar y enaltecer todo este enclave, ha ayudado al Consistorio a tomar esta iniciativa.
El inmueble se encuentra abandonado desde hace años, posiblemente por el hecho que no se puede subir en coche hasta él, sino que se tiene que caminar una media hora desde Felanitx. Tiene unos 700 metros cuadrados y un terreno anexo de 2.600 metros. A pesar de su abandono, parece ser que la estructura se encuentra en cierto buen estado. Ahora el Ajuntament iniciará el expediente de compra. «Si se puede hacer de manera directa será a corto plazo; en cambio, si se tiene que hacer a través de un concurso público se alargará unos meses más», ha explicado el alcalde. Al estar anexo al oratorio del Calvari, las intenciones municipales van más allá de la compra de la casa. «Se podría hacer un convenio con la Parroquia e incluso adquirir algunas otras parcelas sueltas de los aledaños y crear un gran espacio verde», ha apuntado Jaume Monserrat. La intención municipal es, una vez rehabilitada la casa de la Bellavista, con la colaboración del Govern y del Consell poderla incluir en la red de refugios o darle un uso parecido al que tiene la antigua escuela de Son Proenç, que los vecinos pueden utilizar.
La historia
La casa de la Bellavista fue construida en la cima del Puig des Call (214 metros) en el año 1851 por Mn. Miquel Planas. Debe su nombre a la vista panorámica que desde ella se contemplaba hasta no hace mucho, pero ahora debido a la falta de cuidado los pinos han crecido sin control y se ha mermado la buena vista. Es un rincón muy querido por los felanitxers. Antaño –y todavía hoy pero con menos frecuencia– era un lugar de excursión con los alumnos de los colegios y con los monitores del Club d'Esplai o los grupos de catequesis, muchos de ellos a cargo de las mismas monjas de la caridad.
Entre 1851 y 1856 se construyó el oratorio del Calvari, ahora propiedad de la Iglesia.