El Santuario de Lluc empieza a hacer recuento de los destrozos que ha sufrido el emblemático emplazamiento de la Serra tras el paso de la borrasca Juliette. Si bien determinados accesos a la finca todavía son impracticables, la fuerte nevada del pasado lunes destrozó por completo el jardín botánico que tanto amor y entrega le dedicó el hermano Macià para su creación.
El actual responsable del Jardí Naturalista, Milan Alcántara, confirmó este lunes que los árboles destrozados o caídos en toda la finca de Lluc se cuentan por miles. «Es un desastre sin precedentes, mucho más intenso que la gran nevada que se produjo en 1985», señalaba ayer al narrar los hechos. Y es que para Milan el jardín botánico es un espacio muy sentido ya que «el germà Macià fue mi maestro en botánica pero también un maestro de vida, por eso tengo tanto aprecio a este espacio», recordaba.
Las ramas caídas e incluso algunos árboles han destrozado el espacio. Madroños y matas están dañadas y las plantas de sotobosque han quedado quemadas por la gran cantidad de hielo que las ha cubierto, según apunta el responsable botánico que recuerda que ahora, una semana después, es cuando la nieve empieza a fundirse aunque «todavía hay zonas con una capa de 40 centímetros», lamenta.
Alcántara explica que las plantas endémicas autóctonas podrán sobrevivir a esta fuerte nevada, en cambio otras plantas y árboles que había y que no eran propios de esta zona seguro morirán. «Todavía no podemos hacer recuento de los daños sufridos ya que no podemos acceder a todo el entorno de Lluc, pero por ejemplo que el temporal arrancó una encina de 1,7 metros de diámetro», explica.
Los destrozos en los alrededores del santuario también son considerables ya que «el peso de la nieve desquebrajó muchas ramas y árboles que han quedado en el suelo». Así por ejemplo, los tejos que presidente la Plaça dels Peregrins a la llegada al santuario también han sufrido daños, recuerda.
En el jardín, la borrasca Juliette también se llevó por delante las barandillas de madera, un molino de viento que ha quedado inservible, así como algunas esculturas.
Ante el trágico panorama, los responsables del santuario han lanzado una convocatoria a la ciudadanía organizando dos jornadas de voluntariado para los días 18 y 25 de marzo. «Ahora necesitamos manos que nos ayuden», aclara el técnico superior en paisajismo encargado del jardín. Así, el sábado 18 de marzo será la primera jornada de voluntariado entre las 10 y las 14 horas. Lo único que hay que llevar es unos guantes y el desayuno, explican mientras esperan poder recuperar la normalidad poco a poco, aunque reconocen que serán meses de trabajo.