Los productores de patatas de sa Pobla llevan en alerta desde el lunes por la tarde debido a las fuertes lluvias y el viento que afecta a sus cultivos. Aún es pronto para evaluar los daños que las bajas temperaturas y las rachas de viento hayan podido provocar en las plantas y prefieren esperar «a que pasen 36 horas para poder realizar una primera estimación de los incidentes que hayan podido ocurrir. Si lo hacemos antes puede suceder que las valoraciones no sean correctas», indica el gerente de Mateu Export, Joan Mateu.
El temporal y las bajas temperaturas activaron el lunes a las seis de la tarde los sistemas de riego y antihelada para tratar de proteger los patatales cultivados. A esta situación de peligro para la cosecha se añadieron este martes las fuertes rachas de viento, que pueden causar daños a las hojas. Finalmente, este martes por la tarde los campos presentaban muchas tramos encharcados, algo que no beneficia en nada a la campaña de recogida que ha comenzado estos días. Para esta pasada madrugada también se esperaban bajas temperaturas y con la incógnita de la fuerza del viento.
De hecho, Joan Mateu subraya que «estamos en un momento en el que todo puede cambiar de golpe. Serán días difíciles, sin duda, y hay que estar alerta». El pasado jueves arrancó en sa Pobla la cosecha de patatas arrancó para iniciar la campaña de exportación hacia el Reino Unido. Las primeras patatas de Mallorca del año son de menor tamaño y la producción también se ha visto mermada debido a los vientos sufridos por las plantas en enero y a las abundantes heladas que se han registrado en el último mes. La entidad agraria S'Esplet SAT inició la semana pasada la cosecha de las variedades de patata más tempranas, cuyo destino será el mercado británico.
Las expectativas son mejores que en la anterior campaña, que se retrasó por las abundantes lluvias registradas en el tiempo de la siembra. «Este año hemos podido recoger la patata temprano y en una buena coyuntura porque en Europa hay muy poca patata y el precio es elevado; aún así, el balance se determinará al final de la campaña, pues la tasa de riesgo en la exportación es muy elevada», apuntó el gerente de la entidad, Joan Company.
Más daños
El temporal de estos días no ha sido el único fenómeno meteorológico adverso que ha afectado a la cosecha. Hasta mediados de enero las plantaciones de patata presentaban un buen estado y se auguraba una buena cosecha. Pero los vientos de hasta 85 km/h que azotaron a sa Pobla el 15 de enero causaron estragos en las plantas de las variedades más tempranas. «El viento es el peor adversario para las patateras, las partes dañadas se secan y luego son más frágiles ante las heladas; y este año hemos registrado 14 heladas entre mediados de enero y mediados de febrero, lo cual ha retrasado y reducido la producción de las plantas», explicó entonces Company.