El retrato del financiero Joan March, reconocido como Hijo Ilustre de Santa Margalida entre una gran polémica por su relación con el franquismo, preside desde hace unos días la sala de plenos de Ajuntament de Santa Margalida. El jueves, cuando se iba a celebrar el pleno ordinario del mes de enero, los concejales se encontraron con que el retrato de Joan March había sido colgado en la pared central, justo detrás de la silla del alcalde, desplazando al de Feliciano Fuster, que hasta la fecha ocupaba ese lugar.
El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, explicó que a partir de ahora, los retratos de los nueve Hijos Ilustres del municipio irán rotando, permaneciendo dos meses cada uno en el puesto central de la sala de plenos. «March estará en el centro en febrero y marzo, y luego pondremos a otro durante dos meses, y así de manera rotatoria entre todos los retratos de los hijos ilustres de Santa Margalida». La explicación no convenció a todos los concejales. Algunos califican de «vergüenza y provocación» la iniciativa del alcalde de colocar al controvertido financiero vilero presidiendo las sesiones. y otros tildaron la escena de «estremecedora».
Santa Margalida cuenta con nueve hijos ilustres, Santa Margalida cuenta con nueve hijos ilustres. Además del financiero y político Joan March Ordinas y el que fuera su secretario, Miquel Ordinas Santandreu, están Baltasar Calafat i Femenia, quien abanderó la lucha contra el temido Comte Mal en el siglo XVII; Joan Monjo March, quien donó el edificio que es la sede del Ajuntament, entre otros bienes; el ingeniero Feliciano Fuster Jaume, que fue presidente de Endesa y cuya herencia se ha adjudicado el Ajuntament al haber renunciado a ella sus herederos; el filólogo orientalista Joan Mascaró i Fornés; el cardenal Antoni Cerdà i Lloscos; el cantante de ópera Joan Ordinas Tous y el eclesiástico Sebastià Crespí.
Una decisión polémica
Joan March fue declarado Hijo Ilustre de Santa Margalida el 20 de noviembre de 1956 por su «ayuda al glorioso movimiento nacional», según consta en el acta de aquel pleno celebrado bajo el mandato del alcalde Antoni Pujades Gomila. Pero no se tuvo constancia de la existencia de tal distinción hasta 2013, cuando el acta apareció de forma casual durante la digitalización del archivo municipal. Por este motivo, el magnate no figuraba entre la galería de Hijos Ilustres que existe en la sede del Ajuntament de Santa Margalida.
Mucho después, en 2018, el alcalde Joan Monjo (Convergència) y su socio de gobierno, Martí Torres (PP), se basaron en este hallazgo para encargar el retrato de Joan March. Esta decisión suscitó una gran polémica entre los colectivos y partidos que reclamaban que la Ley de Memoria Democrática no permitía otorgar distinción a personalidades cuya relación con el franquismo estuviera probada. Entonces, Monjo i Torres aprobaron con los votos de sus partidos mantener la declaración de Hijo Ilustre para Marc, borrando del acta las alusiones a su relación con el Caudillo. Causó revuelo e indignación, pero cinco años después, el retrato sigue allí y ha logrado sortear aquella ley.