El Consell de Mallorca comprará el próximo jueves 10 de noviembre la antigua central térmica de Alcanada en Alcúdia por un importe de 300.000 euros. La propiedad está valorada en 8 millones de euros. Teniendo en cuenta el coste de la descontaminación de los terrenos (que el último informe técnico cifra entre 4,4 y 5,3 millones de euros) la institución pagará un precio menor al valor del mercado por hacerse con el conjunto diseñado por Ramon Vázquez Molezun (medalla de oro de la arquitectura).
El conseller de Presidència, Javier de Juan, ha confirmado a Ultima Hora las cifras de la operación. El Consell ejercerá el derecho de tanteo sobre la propiedad de Endesa al tratarse de un bien que será declarado Bien de Interés Cultural. Si se cumplen los plazos inicialmente previstos la protección será firme a principios de 2023. La administración pública frustra así la operación de compraventa de los terrenos que la eléctrica había cerrado (por el mismo importe) con el fondo inversor extranjero Ginkgo. Este fondo planeaba recuperar parte de su inversión desarrollando proyectos inmobiliarios en la zona. Llegó a plantear la construcción de cinco bloques de pisos. La compra pública quiere garantizar la conservación del patrimonio industrial y alejarlo de cualquier posibilidad de especulación.
Cabe recordar que el contrato de compraventa entre Endesa y Ginkgo cifraba en 19 millones de euros el coste de la descontaminación de la finca. De ahí que las partes hubieran acordado el «precio simbólico» de venta de 300.000 euros. «Con la tasación de la propiedad que nos han hecho ahora los técnicos del Ajuntament d'Alcúdia (de 8 millones de euros) y con la nueva valoración del coste de la descontaminación (que se sitúa en torno a los 5 millones de euros) se cumplirá la premisa de que quien contamina paga», dice Javier de Juan. Según el conseller de Presidència «Endesa habrá cumplido con su compromiso de asumir el coste de la descontaminación al vender a la administración a un precio muy inferior al que tiene la propiedad, nos queda un buen margen».
El equipo de gobierno del Consell de Mallorca dará cuenta este jueves 3 de noviembre en comisión informativa al resto de grupos políticos de la propuesta de compra que se votará en pleno el próximo jueves 10 de noviembre. El Consell trabaja en la redacción del proyecto de descontaminación con la idea de que pueda adjudicarse en el primer trimestre de 2023. Ha solicitado disponer de 4.038.000 euros de los llamados Fondos de Transición Justa dirigidos a financiar proyectos de reconversión de comarcas afectadas por el cierre de centrales térmicas (en el caso de Alcúdia la central de Es Murterar). La idea de la institución insular pasa por financiar con esos 4.038.000 euros la descontaminación de los terrenos de la vieja central térmica de Alcanada.
Paralelamente continúan los trámites para desarrollar con la ayuda de fondos europeos el proyecto estratégico Alcudia Tech Mar, liderado hasta ahora por el Ajuntament d'Alcúdia y que prevé convertir la propiedad en un eje transformador económico y social de la comarca bajo la premisa de la descarbonización. Alcúdia Tech Mar prevé el desarrollo de proyectos ligados a la descarbonización y protección del mar. También a la economía circular. «Estamos muy contentos e ilusionados con este proyecto que nos permitirá proteger un espacio único de gran valor y convertirlo en un centro estratégico de reconversión», dice el conseller Javier de Juan.
Esta no es la primera vez que el Consell de Mallorca se interesa por proteger y liderar un proyecto de reconversión en torno a la vieja central térmica de Alcanada en Alcúdia. Los terrenos de la central figuran hoy en el Pla Territorial como un Àrea de Intervención Paisajística (heredera de las antiguas Àreas de Reconversión Territorial) que recomienda aprobar un plan especial que reconozca el valor de la arquitectura industrial integrándola en su entorno.
La idea original, liderada por el Consell y el Ajuntament d'Alcúdia, era transformar el complejo en el Museo de las artes y las ciencias de Mallorca. El Consell convocó un concurso de ideas que ganó un despacho de arquitectos de Pamplona, con el proyecto Un claro en el bosque valorado en 21 millones de euros. El Consell acabó renunciando a desarrollar aquél proyecto debido a los problemas de financiación derivados de la crisis de 2008. Desde entonces hasta ahora la antigua central de Alcanada se ha visto inmersa en una espiral de degradación.
La legislatura pasada Endesa solicitó permiso al Ajuntament d'Alcúdia para demoler el complejo alegando «riesgos para la seguridad». Tanto la central como el poblado de los trabajadores de Gesa (situado justo enfrente) estaban protegidos en el catálogo municipal de Patrimoni por lo que el Consistorio rechazó esta petición. En ese momento Patrimoni del Consell evaluó la posibilidad de otorgar al conjunto un mayor nivel de protección aunque no ha sido hasta 2022 cuando finalmente se ha incoado el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural. El Consell solo comprará la vieja factoría. El antiguo poblado de los trabajadores lleva años en manos de una promotora privada que ha solicitado licencia para rehabilitarlo y reconvertirlo en un residencial de lujo.