«La insistencia de Més per Llucmajor ha hecho que se haya reactivado el proyecto de la vía verde entre el Arenal y Llucmajor». Con estás palabras el regidor y portavoz de la agrupación local de Més,Miquel À.Serra, ha dado a conocer que el Ajuntament de Llucmajor y el Govern, la Conselleria de Mobilitat, retoman en los próximos días las negociaciones para impulsar de nuevo el proyecto iniciado durante la legislatura pasada para construir una vía verde entre el Arenal y el pueblo de Llucmajor de poco más de 9 kilometros por el antiguo trazado de la linea de ferrocarril.
Serra asegura que «el Ajuntament no ha hecho ninguna gestión para llevar a cabo un proyecto que dejamos muy adelantado la pasada legislatura». Y añade que «al final, hemos conseguido que se muevan y hagan una reunión. Según nos reconocieron, esta legislatura no han hecho nada. Hemos perdido tres años».
La propuesta existente además del propio recorrido por el trazado de la vieja vía ferrea también conecta, amplía y enriquece otras rutas cicloturísticas del municipio. Según explica Serra «esta propuesta era la primera fase de lo que en el futuro debería ser una línea que debería llegar progresivamente hasta Campos o más allá». Además, el portavoz de Més asegura que «este proyecto no va en contra de la recuperación del tren, puesto que el antiguo trazado no sería aprovechable para el nuevo trazado de este medio de transporte». Ahora, se prevé que en las proximas semanas se pueda retomar un proyecto que estaba terminado.
El apunte
Una vía verde de nueve kilómetros con valores patrimoniales
Las vías verdes son un movimiento con suficiente arraigo en el ámbito de España y Europa que consiste en reconvertir infraestructuras ferroviarias en desuso para reconvertirlas en itinerarios cicloturistas y senderistas. Entre el Arenal y Llucmajor se encuentra el antiguo trazado del tren, un tramo con importantes valores patrimoniales y ambientales. El proyecto de vía verde redactado la pasada legislatura tiene una distancia de 9 kilómetros e iría del núcleo costero hasta el camino de Es Palmer. La propuesta tenía un coste de dos millones de euros.