El pleno del Consell ha aprobado este jueves, por 20 votos a favor y 13 abstenciones, la creación de los 114 nuevos puestos de trabajo públicos que integrarán la plantilla de profesionales que trabajarán en el nuevo centro residencial para gente mayor de Son Caulelles, en Pòrtol, que contará con 100 plazas para personas mayores y dependientes. La residencia, ubicada en un solar de 5.400 metros cuadrados cedido por el Ayuntamiento de Marratxí, ha sido cofinanciada por el Consell y el Govern, a través de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes, y ha tenido un coste de 8,5 millones de euros, de los cuales cuatro han sido aportados por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).
La institución gestionará esta nueva residencia con personal y servicios propios, y las personas serán atendidas siguiendo el Modelo de Atención Centrado en la Persona, un sistema de curas que se encuentra en pleno proceso de expansión a todos los servicios y recursos del IMAS y que ofrece una atención específica para cada individuo, priorizando las necesidades y respetando la propia trayectoria de vida. La consellera de Derechos Sociales y presidenta del IMAS, Sofía Alonso, ha declarado que su objetivo es «ampliar» la red residencial de la isla y «aumentar» las plazas públicas, así como profundizar en un modelo «más centrado» en la atención a la persona, situando a los usuarios en el centro del sistema de cuidados, respetando su derecho a decidir «cómo quieren envejecer».
Alonso ha situado la atención a la gente mayor como uno de los grandes retos« que tienen todas las instituciones. En este sentido, ha destacado que tienen que »ser capaces« de ofrecer un estado del bienestar »potente« para las personas mayores, y »procurar una atención de calidad« a »todas aquellas personas que lo necesiten«. Así pues, Son Caulelles ampliará los equipamientos residenciales públicos de la isla que ahora mismo, sin la nueva incorporación, son cinco. Además, 70 de las 100 plazas de esta residencia serán de dependencia convenidas con la Conselleria de Asuntos Sociales del Gobierno.
Por otro lado, las 30 restantes serán de atención sociosanitaria concertadas con la Conselleria de Salud y destinadas a personas mayores de 65 años o de 55 con discapacidad reconocida. Esto se refiere a que estas personas padecen una gran complejidad clínica y dependencia total o permanente, y que después de ser dadas de alta de hospitales de agudos o de atención intermedia, requieren curas complejas o de rehabilitación, así como que estén a la espera de plaza residencial definitiva o de recibir otros recursos o apoyos que les permitan volver a su casa. «Fortalecer y ofrecer unos servicios públicos de calidad que lleguen a todo el territorio es un pilar fundamental de nuestras políticas», ha asegurado Alonso. Así, la institución insular cubrirá todos los servicios con personal propio, desde el servicio asistencial. Concretamente, 73 profesionales formarán parte del equipo asistencial, personal médico, fisioterapeutas, o auxiliares de clínica, entre otros; otros cuatro integran el equipo psicoeducativo; 28 el residencial, y nueve el equipo administrativo.
Los puestos de trabajo saldrán en comisión de servicio, para favorecer la movilidad interna del personal que actualmente ya trabaja en otras residencias, y de las bolsas de trabajo que actualmente están activas en el IMAS. Además, está previsto que se abran otros con carácter extraordinario de las categorías que ya estén agotadas. La nueva residencia está construida a partir de módulos de convivencia de 20 plazas cada uno para que los residentes disfruten de un ambiente «más íntimo y familiar», a manera de hogar, con el resto de usuarios de su grupo y los profesionales que los atienden.
El IMAS ha enfocado la organización del personal y la gestión del servicio respetando esta estructuración por módulos con el objetivo de garantizar que cada uno de los grupos cuente con el mismo personal siempre y que éste sea el adecuado para los usuarios tengan todas las necesidades atendidas. El edificio cuenta con un total de 80 habitaciones individuales y diez dobles, distribuidas en tres plantas. En la planta sótano se encuentran la cocina, la lavandería y el vestuario de personal; la planta baja dispone de una zona de administración, dos módulos para personas residentes, un área común, sala de fisioterapia y terapias, y un comedor, mientras que en la primera planta hay tres módulos para personas residentes y un comedor.